El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a poner este jueves en duda la eficacia de las vacunas contra la covid y a defender el tratamiento precoz contra la enfermedad con medicinas cuya eficacia frente al coronavirus no está comprobada científicamente, como la cloroquina.
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El líder ultraderechista afirmó en su transmisión semanal por redes sociales que varios países están registrando problemas por la aplicación de la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac por su falta de eficacia.
«Esa vacuna está con problemas en diferentes países que la están usando, como en Chile. Y en Brasil no es diferente. En algunos asilos en que ya fueron aplicadas las dos dosis las personas están contrayendo la covid y están muriendo», afirmó.
«Se trata de la vacuna que un gobernador quiso comprar y ahí estamos viendo los problemas», agregó en referencia al gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, su principal rival en el campo conservador y responsable por el proyecto que permitió la fabricación de la vacuna Sinovac en Brasil.
Bolsonaro afirmó que lo ocurrido en todo el mundo está mostrando que la vacuna china tiene una eficacia muy baja. «Por lo que parece, no está dando el resultado esperado. Está protegiendo a pocas personas y no a la cantidad que debería hacerlo», afirmó.
Tras interrogar al ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, que lo acompañó en la transmisión, si pretendía rechazar la Sinovac cuando fuese a vacunarse, el jefe de Estado afirmó que él será el último en inmunizarse.
El mandatario recomendó a los brasileños que contraen la covid pese a haber recibido la vacuna que busquen un médico para que puedan iniciar inmediatamente el llamado tratamiento precoz con las medicinas que defiende pese a no tener eficacia comprobada.
«Busque un médico porque el médico tiene la libertad para prescribir lo que considere más conveniente. Busque alternativas», afirmó.
«Puede estar tranquilo. Yo me contagié el año pasado y tomé el remedio y me curé. Hace seis meses volví a sentir síntomas e inmediatamente tomé y al día siguiente ya estaba bien. Yo no voy a esperar a que me falte el aire para ir al médico a que me recete. La vida es mía», afirmó.