El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, entregó este miércoles como regalo a su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, una figura de cristal de un bisonte americano. Mientras que el ruso le dió un juego de escritorio.
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Una funcionario de la Blanca explicó que el regalo hecho por Biden, fabricado por la compañía Steuben Glass de Nueva York, es una interpretación de «uno de los mamíferos más majestuosos» de EE.UU. Representaría «la fuerza, la unidad y la resiliencia».
La fuente recordó que el bisonte fue declarado en 2016 como el mamífero nacional del país.
Y recordó que, en el caso de Rusia, el bisonte europeo ha sido reintroducido en varios puntos después de que se extinguiera de territorio ruso en 1927.
La figura fue presentada sobre una base de madera de cerezo, símbolo del primer presidente de EE.UU., George Washinton. También incluyó una placa con una inscripción conmemorativa de la cumbre de este miércoles.
Además, Biden entregó a Putin un par de gafas de sol «Aviator» de Randolph USA, que suministra este artículo a las Fuerzas Armadas de EE.UU. y a los socios de la OTAN.
Por su parte, Putin le regaló al estadounidense un juego de escritorio de madera laqueada con motivos típicos rusos, detalló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Biden y Putin celebraron este miércoles su primera cumbre desde que el estadounidense llegó a la presidencia en enero pasado en Villa La Grange, una mansión del siglo XVIII en Ginebra.
Declaraciones de Putin
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ve «perspectivas genuinas» de mejorar significativamente las relaciones con Rusia tras la cumbre.
Biden habló en una rueda de prensa posterior a la de Putin y después del término de la cumbre, que tuvo lugar en la Villa La Grange, una mansión del siglo XVIII en Ginebra.
«Creo que hay unas perspectivas genuinas de mejorar de forma significativa las relaciones entre ambos países sin que ninguno renuncie a ni una sola cosa basada en sus principios y valores», indicó.
Guerra Fría
Aseguró que ni él ni Putin quieren una nueva Guerra Fría. «Está claro que no es en interés de nadie», reflexionó. Y fue más allá: «Creo que lo último que él (Putin) quiere es una Guerra Fría».
Aun así, advirtió de que no es que hayan acordado cosas y que «de repente» vayan a funcionar.