Tomás Gimeno, conocido ahora como el “Monstruo de Tenerife”, desapareció junto a sus dos hijas Anna y Olivia, de uno y seis años, el pasado 27 de abril en España. El hombre habría asesinado a sus pequeñas en su finca y las habría arrojado al mar. Un hecho que ha causado conmoción en el mundo.
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Ahora, las críticas e indignación se han centrado en un cura llamado Fernando Báez Santana, quien justifica las acciones del parricida y culpa a la madre de las pequeñas de su muerte.
El cura indicó que las “infidelidades” de Beatriz habrían provocado el accionar de Gimeno. Señaló que la muerte de las niñas se debió a que la mujer rompió el matrimonio y a su “infidelidad”. Así lo anunció en sus redes sociales.
Además dijo que si la madre hubiera seguido casada, Anna y Olivia seguirían vivas porque “antes el hombre aguantaba a las mujeres aunque se volvieran locas”.
“Monstruo de Tenerife” Padre que asesinó a sus hijas Anna y Olivia
Hace más 40 días que Tomás Gimeno no devolvió a las pequeñas a la hora establecida con su madre. Acto seguido, llamó Beatriz Zimmerman y le advirtió que no vería más a sus hijas y a él.
Después de más de 40 días, las autoridades encontraron el cuerpo de pequeña de 6 años, en el fondo del mar, atado al ancla de la embarcación de Gimeno, que permanecía a la deriva.
El cuerpo de Olivia estaba en una bolsa, y al lado de ella había otra bolsa similar, pero rota. Las autoridades especulan que ahí estaba el cadáver de Anna, que sigue desaparecida.
Las autoridades sostienen que el objetivo del asesino fue causar daño a su expareja producto de los celos.