España anunció la apertura de sus fronteras a partir del lunes a viajeros de diez países de fuera de la Unión Europea, entre ellos Reino Unido.
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Y a pocos días del inicio de la temporada alta de turismo en el país, que tradicionalmente comienza en junio con el verano, esta vez con la esperanza de que marque el inicio de la recuperación de un sector lastrado desde hace más de un año por las restricciones para frenar la covid-19.
Reino Unido, Japón, China, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Israel, Corea del Sur, Tailandia y Ruanda son los diez países con los que desde el lunes 24 de mayo se eliminan los controles sanitarios en los vuelos que lleguen a España.
«Todos ellos pasan a estar en la lista de países seguros y, por lo tanto, van a poder entrar en nuestro país y no van a tener que afrontar controles sanitarios a su llegada», dijo el presidente.
España reabre fronteras para todo el mundo
Desde el 7 de junio «todas las personas vacunadas y sus familias son también bienvenidas, con independencia de su lugar de origen», anunció igualmente el jefe de Gobierno.
Desde esa fecha, los viajeros procedentes de países con los que no haya libertad de movimientos podrán entrar en España si tienen certificado de haber recibido la pauta completa de vacunas contra la covid-19 autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas en inglés) o la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un anuncio que en este caso abre las puertas a viajeros de países como Estados Unidos, de donde llegaron a España más de tres millones de turistas en 2019.
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Certificado europeo para viajar
Sánchez presentó en Fitur el Certificado Verde Digital, un documento en papel o digital con validez en toda la Unión Europea que entrará en vigor el 1 de julio y que busca agilizar los viajes entre países de la región, para dinamizar el turismo.
Este certificado «gratuito y universal» acreditará que una persona está vacunada contra la covid-19, ha resultado negativa en una prueba diagnóstica o ha superado la enfermedad, y funcionará «de forma muy sencilla», con un código QR emitido por autoridades sanitarias, según sus palabras.
No es un pasaporte ni un requisito para viajar, sino «un instrumento para facilitar la movilidad», subrayó, pues al presentar el código QR el viajero evitará controles adicionales por la covid-19.
España pretende con esta apertura de fronteras que este verano llegue al país un 30 o 40 por ciento de los turistas extranjeros que recibía antes de la pandemia, lo que equivaldría a entre 8,5 y 10 millones de visitantes.
«A cierre de 2021 esperamos que se hayan recuperado entre el 60 por ciento y el 70 por ciento de las visitas foráneas», subrayó Sánchez, confiado en que este verano sea para España «el de la recuperación de la crisis» derivada de la covid-19, que ha castigado especialmente a un sector clave en la economía del país como el turismo. EFE
