Funcionarios chinos informaron el viernes a diplomáticos sobre las investigaciones en curso del origen del COVID-19, antes de la esperada publicación de un reporte por la Organización Mundial de Salud (OMS).
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La sesión pareció ser un intento del gobierno chino de expresar su posición sobre el reporte, que se ha visto enfrascado en una disputa diplomática. Estados Unidos y otros países han expresado preocupación sobre la influencia china y la independencia de las conclusiones y China ha acusado a los críticos de politizar un estudio científico.
“Nuestro propósito es apertura y transparencia” dijo Yang Tao, funcionario de la cancillería. “China combatió la pandemia de forma transparente y no tiene nada que ocultar”.
El reporte, que ha sufrido demoras reiteradas, se basa en una visita realizada este año por un equipo de expertos de la OMS a Wuhan, la ciudad en el centro de China donde se reportaron las primeras infecciones del nuevo coronavirus a finales de 2019.
Los expertos trabajaron con sus contrapartes chinos y ambas partes tenían que aceptar el reporte final. No estaba claro aún cuándo será publicado.
Feng Zijian, experto chino miembro del equipo y vicedirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, dijo que los expertos examinaron cuatro formas posibles para la llegada del virus a Wuhan.
Esas son: un murciélago con el virus infectó a una persona, un murciélago infectó a un mamífero intermedio que a su vez infectó a una persona, embarques de comida fría o congelada y un laboratorio que estudia virus en Wuhan.
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Los expertos votaron sobre las hipótesis tras discusiones exhaustivas y concluyeron que una de las dos rutas con animales o la cadena de alimentos fríos eran las vías más probables. Un escape de laboratorio fue considerado extremamente improbable, dijo Feng
Sus declaraciones fueron reportadas por la televisora estatal china CCTV, que dijo que diplomáticos de 50 países además de la Liga de Estados Árabes y la Unión Africana participaron en la sesión informativa.
