Dos cantones han decidido retornar a semáforo rojo debido al incremento de contagios de COVID-19. También como medida de prevención ante el feriado de Semana Santa que se avecina. Se trata de Zapotillo (Loja) y Sucre (Manabí).
PUBLICIDAD
Los dos cantones han reportado un crecimiento acelerado de contagios y muertes por coronavirus, así como los hospitales a tope.
El semáforo rojo en Zapotillo comenzó desde el 24 de marzo. Así lo anunció su alcalde, Efrén Vidal, después de haberse reunido con los integrantes del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal.
«El nivel de contagio de nuestros ciudadanos ha sido muy alto, tan alto que solo en este mes de marzo se ha alcanzado los 70 casos positivos, es decir que en un solo mes se supera todos los contagios que se dieron en el 2020, además se ha podido superar en estos tres meses el número de fallecidos por COVID-19, y estamos muy preocupados, porque esto seguramente es el resultado de habernos desmandado», expresó el Burgomaestre.
En Zapotillo, los establecimientos comerciales y restaurantes podrán operan de 05:00 hasta las 18:00. También se prohíbe el consumo y venta de bebidas alcohólicas, l uso de espacios deportivos públicos y privados, la realización de eventos sociales, y actos religiosos de Semana Santa. Estas medidas tendrán vigencia por 15 días.
En el caso de Sucre, también entró en semáforo rojo desde el 24 de marzo. Además, el Municipio dispuso el cierre de las playas durante los próximos 30 días, es decir hasta el 22 de abril.
La prohibición impacta directamente en las playas de la cabecera cantonal, Bahía de Caráquez, se decidió que el cantón regresará al semáforo rojo durante un mes. La decisión se tomó el 23 de marzo del 2021, tras analizar y debatir el informe de la mesa de salud del COE.
El COE cantonal decidió prohibir los eventos públicos y privados (deportivos, culturales, civiles, militares, religiosos, ferias, novenas, procesiones, velorios, sepelios y cualquier otro tipo de eventos). Tampoco se podrán realizar juegos deportivos grupales en canchas públicas y privadas. Los restaurantes tendrán un aforo del 30% y no podrán vender bebidas alcohólicas.
