Alemania, Italia, Noruega, Islandia y más países han optado por suspender, temporalmente, la aplicación de la vacuna AstraZeneca. La medida responde a supuestos problemas de coagulación tras la aplicación de la inyección; la farmacéutica se pronunció.
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La empresa anunció, este domingo, que no se encontró pruebas de que su vacuna contra la covid-19 provoque aumento del riesgo de la aparición de coágulos de sangre. Además, subrayaron que los resultados no mostraron evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia.
AstraZeneca detalló que en el territorio británico y del bloque se han notificado 15 casos de trombosis venosa profunda y 22 de embolia pulmonar entre las personas que recibieron el fármaco, de acuerdo con los datos que la empresa había recibido hasta el 8 de marzo.
«Esta cifra es mucho más baja de lo que se esperaría que ocurriera naturalmente en una población general de este tamaño y es similar a la de otras vacunas contra el covid-19 autorizadas», señaló.
De igual manera, AstraZeneca agregó que se siguen realizando pruebas adicionales con autoridades sanitarias y apuntó que no existen motivos de preocupación. Tampoco se han confirmado problemas relacionados con ningún lote del fármaco.
«La seguridad del público siempre será lo primero. La empresa está estudiando detenidamente esta cuestión, pero las pruebas disponibles no confirman que la vacuna sea la causa. Para superar la pandemia, es importante que la gente se vacune cuando se le invite a hacerlo», concluyó AstraZeneca.
La Agencia Europea de Medicamentos aseguró la semana pasada que no hay indicios que la vacunación haya causado estas afecciones. Además, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Harris, instó a seguir usando esta inyección.