China y Rusia anunciaron la construcción de una estación de investigación lunar, posiblemente sobre la superficie del satélite, en el inicio de una nueva era en la cooperación espacial entre los dos países.
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La Estación Internacional de Investigación Lunar estará abierta a otros países para su uso, explicó la Administración Espacial Nacional de China (CNSA, por sus siglas en inglés) en un comunicado publicado en su cibersitio este miércoles 10 de marzo. La agencia no ofreció plazos para su construcción.
Según la nota, el proyecto es una “base experimental científica integral con una capacidad de funcionamiento autónomo en el largo plazo”.
La estación se “construiría en la superficie lunar y/o en la órbita lunar y llevará a cabo (…) actividades de investigación científica como la exploración y utilización lunar, la observación basa en la Luna, experimentos científicos básicos y verificación técnica”, agregó.
El memorando de entendimiento para el proyecto fue firmado el martes por Zhang Kejian, director de la CNSA, y por el jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos, Dmitry Rogozin.
En los primeros años de su programa espacial, China dependía en gran medida de la experiencia rusa, desde que lanzó su primera misión tripulada en 2003 ha forjado su propio camino. A pesar de eso, las sondas chinas Shenzhou se parecen mucho a las cápsulas Soyuz rusas, y la CNSA ha trabajado con países del todo el mundo, a excepción de Estados Unidos. El Congreso estadounidense prohíbe casi todos los contactos entre la NASA y China por preocupaciones acerca del robo de tecnología y por la naturaleza secreta del programa espacial de Beijing, que está respaldado por el ejército.
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Moscú y Beijing “se adherirán al principio de ‘consulta conjunta, construcción conjunta y beneficios compartidos’, facilitarán una amplia cooperación en la estación, abierta a todos los países interesados y socios internacionales, fortalecerán los intercambios de investigación científica y promoverán la exploración humana y el uso del espacio exterior con fines pacíficos», agregó China.
Rusia participa en la Estación Espacial Internacional, pero su programa espacial se ha visto eclipsado por los de China, Estados Unidos e India, entre otros. En su avance más reciente, probó con éxito su cohete espacial Angara A5 de carga pesada por segunda vez en diciembre luego de largas demoras y problemas técnicos.
China tiene previstas cuatro misiones tripuladas este año para trabajar en su estación orbital permanente, de la cual en abril lanzará el módulo central.
Beijing ya lanzó dos estaciones espaciales experimentales más pequeñas, envió un rover a la cara menos explorada de la Luna en 2019 y tiene una nave espacial, la Tianwen-1, en una órbita de estacionamiento alrededor de Marte para hacer aterrizar otro rover en su superficie en los próximos meses. Si tiene éxito, se convertirá en el segundo país por detrás de Estados Unidos en llevar una sonda al planeta rojo.