Una congestión nasal de años y un olor nauseabundo que se instaló en sus fosas nasales llevaron a un adolescente a acudir a urgencias. Un caso de alergia quedó rápidamente descartado y los especialista encontraron un cuerpo rato dentro de las cavidades del joven.
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Las molestias del joven se debían a un incidente ocurrido ocho años atrás, a lo que él ni sus padres dieron importancia. Los galenos indicaron que si no se presentaban estos síntomas, las consecuencias hubiesen sido muy peligrosas.
Médicos realizaron una tomografía al joven para detectar qué era lo que causaba estos síntomas.Para sorpresa del paciente, se trataba de una estructura esférica de uno 9 mm de diámetros que estaba alojada en sus fosas nasales.
El objeto se mantuvo dentro del niño, ahora adolescente, desde que a temprana edad recibió un perdigonazo. En aquel momento no reportó ningún síntoma por lo que no lo llevaron a un hospital
Tras el accidente, el perdigón quedó cubierto por nuevo tejido nasal, que lo ocultaba completamente. Esto hacía difícil detectarlo.
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Según el reporte médico publicado en Jama Otoryngology , una de las complicaciones más habituales en este tipo de casos es la infección. Si esta no se trata cuanto antes puede desplazarse a los ojos o la mandíbula y causar problemas graves.
El joven fue intervenido quirúrgicamente para eliminar el objeto; inmediatamente recuperó su sentido normal del olfato.
La obstrucción provocada por el perdigón impedía la limpieza natural de la nariz, acumulando mucosidad y bacterias, que generaban ese mal olor que no se iba.