El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, esto, con el objetivo de promover una participación y formación equitativa de la mujer dentro la ciencia y la tecnología.
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Según datos de la UNESCO, “la desigualdad entre géneros en la enseñanza de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) es sorprendente”, revelan que solo el “35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas con las STEM son mujeres”.
Pese a que en los últimos años el papel de la mujer en roles gerenciales incrementó, el porcentaje de aquellas que se involucran dentro del mundo de las Tecnologías de la información y la Comunicación (TIC) es mínimo. De acuerdo al informe de desarrollo mundial sobre “Dividendos Digitales”, elaborado por el Banco Mundial, “en la actualidad solo un 7% de los ´startups´ tecnológicos son liderados por mujeres. Si la tendencia continúa, más del 80% de sus desarrolladores serán hombres”.
Según el “Atlas de Género” realizado en 2018 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en Ecuador las principales ramas de actividad a las que se dedica la población económicamente activa (PEA) femenina son: Comercio al por mayor y menor con el 22,58%, seguida de la agricultura, ganadería y pesca con el 13,56%, y actividades en hogares y servicios con el 9,42%.
Del total de la PEA, solo el 3,90% en Pichincha, 2,32% en Guayas y 1,98% en Tungurahua, de la población femenina se dedican a actividades profesionales, científicas y técnicas.
Quito: 2,32% de mujeres trabaja dentro del tech
Para la ingeniera Heidy Hernández, gerente comercial de una empresa dedicada a desarrollos tecnológicos, existe un cambio generalizado en la participación de la mujer en el mundo laboral. La industria TIC no es excepción. Comenta que “antes se pensaba que solo hombres podían ser parte de esta profesión, sin embargo, el desarrollo de las TIC, además de la incorporación de nuevas formas de hacer las cosas, transformó el papel que las mujeres cumplen en ese campo”.
Ella, pertenece al 2,32% de mujeres que trabaja dentro del tech en la capital. “He liderado proyectos de tecnología que han transformado la adquisición de productos a soluciones consultivas y de servicios. He incorporado nuevos modelos de negocio no tradicionales para lograr una cobertura total de mercados”, afirma.
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En Latinoamérica, el número de mujeres que incursionan dentro de las TIC es aún más reducido, debido a ello, se crearon varios programas enfocados a mejorar la empleabilidad de mujeres dentro del sector tech, uno de ellos es Chicasentecnologia.org, organización argentina que brinda un programa intensivo en tecnología para mujeres de entre 13 y 16 años. Otro ejemplo es Laboratoria, una empresa social de tecnología que empodera a jóvenes mujeres que no han tenido acceso a educación superior de calidad.
Esto, con el objetivo de reducir la brecha digital que existe a nivel de género y que de acuerdo a la organización Chicasentecnología.org, permitirá que las mujeres tengan un ingreso tres veces mayor que en otras áreas, ya que implica acuerdos de trabajo más flexibles y generan nuevas oportunidades de trabajo.
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