Paúl Carrasco, candidato presidencial por el Movimiento Podemos, lista 33, señala que ha logrado que más gente conozca su propuesta luego de los debates, donde la gente se enteró que había más de tres o cuatro candidatos.
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Para este político de carrera, cuya aspiración es convertirse en estadista, la economía es uno de los principales problemas del país, para lo que plantea un plan macro basado en la diversidad. Las deudas de los ciudadanos también tendrán una solución real, como lo explica en esta entrevista.
¿Cómo describe su candidatura y la de su binomio?
Con Frank Vargas Anda tenemos una desventaja en el tema de recursos: no tenemos la capacidad para competir con otros candidatos. Realmente ha sido una campaña inequitativa, incluso nos quisieron quitar el movimiento hace un año. Pese a eso, entramos en campaña porque había que fortalecer el proceso del Movimiento y la difusión de nuestras ideas.
A partir de los últimos debates, los candidatos de pocos recursos hemos tenido la oportunidad de mostrar que también somos honestos, que somos gente nueva y formada. Estamos contentos, no sé si nos alcance pero sobretodo estamos mostrándole a la gente seriedad.
Cuando converso con la gente les digo: «no voten por mí, escojan la propuesta», porque como van las cosas podemos terminar muy complicados.
De su plan de Gobierno, ¿qué aspectos se cumplirán de forma inmediata en caso de ser proclamado como Presidente?
Creo que la política debe ser transparente y hay que escuchar lo que dice la gente. El tema de las deudas es clave, la gente no da más. Es por eso que la primera medida es la Amnistía Bancaria Ciudadana para la gente que debe por negocios que no funcionaron desde hace un año y medio y por pandemia se complicaron; por vivienda y tarjetas de crédito. Vamos a asumir desde el Estado la deuda y reestructurarla a 10 años, bajando el interés al 1%.
Otra decisión es el tema de la seguridad ciudadana, aglutinando en un solo proceso a policía, seguridad privada y municipal, para armar una red inmediata de control.
Tercero, el tema de migración de hermanos venezolanos. Quienes nacieron aquí, o tienen visa de trabajo o refugiados, se podrán quedar en el país, pero la delincuencia venida desde allá será deportada inmediatamente.
Son tres cosas que la gente espera que se resuelvan ya.
¿Cuál es el principal problema del país y qué solución concreta persigue?
En lo macro, es la economía. El Ecuador es un país absolutamente diverso, el problema es que todos quieren generar política homogeneizantes, sin reconocer la diversidad. Nosotros planteamos un Estado con 100, 200 o los modelos que sean. Cada zona tiene un modelo de desarrollo distinto y formas de pensar, no es lo mismo Cuenca que Loja, estando cerca. Por eso es que nadie se siente parte de este país, porque no construimos una propuesta adecuada a las necesidades y requerimientos.
La propuesta es construir una reserva internacional de libre disponibilidad fuerte y entrar en una moratoria negociada con el FMI. Hablamos de 6.500 millones de dólares que se van a pagar este 2021, pero un presidente tiene que dar prioridad a los ecuatorianos. Cierto es que hay que honrar las deudas, pero una cantidad así en la producción, por ejemplo, nos puede ayudar muchísimo.
Lo otro es el control del rendimiento de los capitales. No podemos permitir que salgan, pero queremos atraer recursos. Para eso se debe constituir zonas de excepción tributaria de acuerdo al plan de ordenamiento productivo, y establecer libre circulación de capitales, como Panamá, Suiza o Uruguay.
Además, planteamos una economía focalizada. Vamos a generar dinero inmediato abriendo la libre circulación de capitales y el no pago de impuestos, pero con la condición de que un porcentaje del interés ganado se invierta en la recuperación de negocios. Vamos a dividir el territorio en base a su producción: línea blanca, Cuenca y Guayaquil; cerámica, Cuenca; papa, Sierra centro y Carchi; palma africana, Santo Domingo, entre otros.
En esas zonas, todo los insumos importados que se requieran para la actividad definida entrarán con cero arancel para bajar costos. También hablamos de créditos al sector productivo al 2% y flexible de acuerdo al negocio y al ciclo productivo.
También tenemos otras propuestas, como títulos a valor futuro de las utilidades de hidroeléctricas, telefónicas, así como para oro, plata, cobre y molibdeno, que pueden representar como mil millones de dólares.
¿Cuál es el enfoque de su campaña electoral y cómo avanza la difusión de su plan?
Conversamos con la gente y esperamos a ver qué sucede. Es una campaña absolutamente inequitativa, para quienes somos de la periferia o no somos parte del poder político nacional.
Si llegamos, ojalá lo hagamos de forma independiente, porque ahí si vamos a poder tomar decisiones sin conflicto de intereses. Yo soy un político de carrera y quiero ser un estadista, no un político que gane una elección. Un político que nace con esta vocación se va formando para su meta, presidir un país. Es muy complicado cumplir ese objetivo.
Un último mensaje para los ciudadanos
Investigue, escuche, analice la propuesta, escoja bien. Hay buenos candidatos pero yo no voy a salir en boxer, desnudo o hablando malas palabras para ganar votos. No creo que esos sean los candidatos idóneos para manejar un país.
Los ciudadanos deben escoger a alguien que tenga carácter, que esté preparado incluso psicológicamente, al igual que su familia. Este no es un camino fácil, y por eso es que cuando llegan al poder se descalabra el país, porque escogimos mal.