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Ecuador debería vacunar a la mitad de su población hasta junio, según epidemióloga

Personal médico del Hospital Centinela Pablo Arturo Suárez prepara una dosis de la vacuna EFE

Ecuador, de forma conjunta con los demás países de la región, debería vacunar a la mitad de su población hasta junio próximo para evitar la presencia de nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2, declaró a EFE la experta epidemióloga Catalina Yépez.

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«Si no hacemos esta vacunación de manera casi simultánea todos los países, de manera sostenida (…), en un tiempo no más allá de junio, tras haber garantizado la vacuna a al menos la mitad de la población, vamos a seguir en riesgo de introducción de nuevas variantes» del virus, añadió la ex asesora externa de la Organización Panamericana de la Salud.

Recordó que «Colombia, Argentina y Chile ya han empezado» sus respectivos procesos de vacunación y que Ecuador se halla en una «fase piloto», con apenas 8.000 dosis que llegaron la semana pasada para inmunizar a médicos y enfermeras de la llamada «primera línea» de atención a la covid-19 y a ancianos de centros geriátricos.

Para Yépez, el proceso en Ecuador va con algo de retraso y dijo que se debería garantizar que «cada semana llegue una cantidad suficiente de vacunas» para alcanzar la meta de inmunizar a la mitad de la población hasta junio.

Según dijo, si no se llega a esa meta, «se le da oportunidad al coronavirus de alcanzar una nueva variante», como la que ha aparecido en el Reino Unido, cuya propagación es más rápida y, como consecuencia, genera una mayor presión en el sistema de atención sanitaria de ese país.

Yépez advirtió de que esa variante ya se ha detectado en Ecuador, pero remarcó que han aparecido otras como la llamada «brasileña» -detectada en Japón-, una sudafricana y una última localizada en Carolina del Norte (EEUU).

Por ello, dijo, se requiere reforzar y agilizar el plan de vacunación, también para aligerar la presión de los sistemas sanitarios que esperan también por otras patologías.

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Destacó el hecho de que Ecuador haya dado un primer paso al recibir las primeras 8.000 dosis de Pfizer, que le proveerá de 86.000 vacunas hasta febrero, y de la aprobación del fármaco británico desarrollado por AstraZéneca y la Universidad de Oxford.

Personal médico del Hospital Centinela Pablo Arturo Suárez se alista para iniciar la vacunación (Jose Jacome/EFE)

Argentina y Chile también empezaron en diciembre pasado sus planes de vacunación con cantidades pequeñas, pero el objetivo es recibir vacunas de forma constante y en buenas condiciones, añadió Yépez.

Además, remarcó que se debería pensar en la «vacunación a la población vulnerable lo más pronto posible», con el objetivo de que los hospitales tengan espacio para atender a otros «casos no-covid» como, por ejemplo, pacientes con cáncer o con cirugías programadas.

Yépez, además, dijo que, a su juicio, Ecuador se encuentra en una segunda ola de contagio por el coronavirus SARS-CoV-2, y que está a punto de llegar a un «pico» de casos, probablemente la semana que viene y que obedece al relajamiento observado en las festividades de Navidad y Año Nuevo.

Además, por cada caso positivo que se registra, se estima que pueden haber otras cuatro personas contagiadas, en un crecimiento exponencial que se produce porque no todos los miembros de una familia se someten a las pruebas de antígenos o las PCR.

Personal médico del Hospital Centinela Pablo Arturo Suárez se alista para iniciar la vacunación (Jose Jacome/EFE)

Por ello, alentó a la ciudadanía a mantener el cuidado y un cierto temor al contagio, ya que, según aseguró, «estaremos un año más en pandemia, al menos».

«Así venga la vacuna, no hay que dejar la mascarilla, por lo menos un año más», apostilló Yépez, quien está convencida de que la actual «no será la última pandemia» que afronte la humanidad en la actualidad.

Recordó, por ejemplo, que el mundo se venía preparando para afrontar la eventual pandemia de la llamada «gripe aviar», que se la esperaba para antes de la influenza AH1N1, aparecida en 2009.

La crisis sanitaria actual desatada por el coronavirus «nos tiene que llevar a una evolución, a un replantear» sobre comportamientos y hábitos, para «reducir el impacto» de otras eventuales pandemias, agregó la epidemióloga ecuatoriana.

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