Un científico estadounidense asegura que tiene respuesta al misterio que se ha mantenido por generaciones de entusiastas que han tratado de encontrar a la criatura del monstruo del Lago Ness.
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Según Henry Bauer, profesor de química y estudios científicos del Instituto Politécnico y la Universidad Estatal de Virginia, afirma en un reciente estudio que la criatura sí existe y que podrían ser varias. A diferencia a las hipótesis del pasado, no sería un dinosaurio si no una «tortuga marina antigua».
La investigación del profesor encontró que Nessie puede ser un tipo de tortuga sin descubrir, que estaría «atrapada en el lago cuando las aguas retrocedieron al final de la última Edad de Hielo», declaró al medio escocés Daily Record.
El científico tiene 89 años y desde muy joven ha sido fanático de Nessi. Desde siempre ha seguido los reportes de sus avistamientos y la evidencia documental de su existencia.
«Todo lo descrito sobre el Monstruo del Lago Ness que son muchas especies de tortugas vivas y extintas es conocido. Respiran aire pero pasan mucho tiempo en aguas profundas», agregó el profesor.
En esa línea dijo que «La idea más popular es que el monstruo del lago Ness tiene una relación con los plesiosauros extintos. Pero esto es difícil de cuadrar con la rareza de los avistamientos en la superficie, y mucho menos con los avistamientos ocasionales en tierra”.
El monstruo del Lago Ness es uno de los mitos más antiguos de Escocia, los informes que arrojan que es una criatura vivía en el lago Ness se remontan al siglo VI. El primer relato escrito se registró en 565 d. C. en una biografía de San Columba. Según el texto, la criatura mordió a un nadador y estaba preparada para atacar a otro hombre Columba intervino.
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Ordenó a la bestia que «regresara» y ella obedeció.
En 1960, el ingeniero aeronáutico Tim Dinsdale filmó una joroba que dejó una estela cruzando el lago Ness.
Bauer afirma que la prueba documental más contundente sobre la existencia de la criatura la tiene el ingeniero aeronáutico Tim Dinsale, que en 1960 filmó una joroba que dejó una estela de agua al cruzar el Lago Ness.
Bauer respalda afirmaciones, diciendo que está seguro de que el Monstruo era real al haberse unido una vez a una investigación sobre la bestia.
«Todo apunta a criaturas que pasan la mayor parte de su tiempo en las partes más profundas del lago. (…) Ninguna evidencia apoya la idea de que se trate de anguilas monstruosamente grandes», cerró el profesor.
