Tal como lo han hecho otros países, Indonesia también implementó un programa masivo y gratuito de vacunación contra la COVID-19. Sin embargo, el gobierno ha optado un nuevo enfoque diferente. En lugar de vacunar a personas adultas mayores en la primera fase (después del personal de salud), se lo hará a las personas de entre 19 y 59 años.
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El presidente Joko Widodo, de 59 años, se ha ofrecido como voluntario para ser el primero en la fila. El vicepresidente Ma’ruf Amin, de 77 años, no recibirá la inyección pronto, porque es demasiado mayor.
El profesor Amin Soebandrio, quien ha asesorado al gobierno en su estrategia de «la juventud primero», sostiene que tiene sentido priorizar la inmunización de los trabajadores, aquellos «que salen de la casa a todas partes y luego por la noche regresan a sus hogares con sus familias».
Explica que este enfoque le dará al país la mejor oportunidad de lograr la inmunidad colectiva, algo que ocurre cuando una gran parte de una comunidad se vuelve inmune a través de las vacunas o la propagación masiva de una enfermedad.
De acuerdo con las estimaciones del gobierno, se necesitarían 246 millones de dosis de la vacuna para vacunar al 67% de la población concernida (18 a 59 años). Ése es el límite generalmente aceptado para alcanzar la inmunidad de grupo.
El otro argumento que ha sido evocado es que es muy posible que la vacuna no funcione muy bien entre las personas de edad.
Hay que tener en cuenta la demografía en Indonesia: el 92,2% de la población tiene menos de 59 años mientras que en Francia esa cifra se acerca al 80%. Sin embargo, como en la mayor parte del mundo, las primeras víctimas son las personas de más edad.
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Indonesia ha recibido promesas de entrega acumuladas por más de 350 millones de dosis, según el Global Health Innovation Center de la universidad estadounidense Duke. Es insuficiente para proporcionar dos dosis a su población de cerca de 270 millones de habitantes.
El país es el más afectado del sudeste asiático por el virus con cerca de 630.000 casos y más de 19.000 fallecimientos debidos al Covid-19.
Sin embargo se considera que la magnitud de la epidemia en el archipiélago es mucho mayor, ya que los índices de test por habitantes son bajos.
Con información de la BBC