Kim Kardashian y Kanye West han decidido divorciarse tras siete años de matrimonio. La pareja ha optado por la separación tras meses de terapia y reflexión, incluso la empresaria ya contrató a Laura Wasser (abogada especializada en divorcios de las estrellas).
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Uno de los motivos de la separación, según reseña diario El País, son los problemas de salud mental que sufre Kanye West; el trastorno de bipolaridad se ha agudizado en los últimos meses. Sumado a ello está el cambio de vida de la Kardashian: mantiene sus estudios de abogacía y su campaña de reforma penitenciaria.
El rapero ha transmitido en los últimos tiempos que cada vez se siente más incómodo e irritado por la exagerada vida de las Kardashian, como se conoce a la familia de su esposa. En el mes de julio el músico lanzó un tuit en el que ya hablaba de divorcio y otro en el que se quejaba de que la familia le obligara a seguir un tratamiento psiquiátrico.

Uno de los puntos críticos del divorcio se enfoca en la negociación de su propiedad en Calabasas, la cual costó un total de 60 millones debido a sus remodelaciones. Kim quisiera quedarse con el inmueble ya que ahora reside ahí juntos a sus hijos.
Ella es dueña de todas las tierras y lotes adyacentes alrededor de la casa, pero Kanye tiene la propiedad del inmueble.

Este sería el tercer divorcio de Kim que antes estuvo casada con Damon Thomas y luego con Kris Humphries. Precisamente esta misma abogada, Wasser, llevó la negociación de su última separación.
Laura también ha representado a otros famosos como Angelina Jolie, Britney Spears y Johnny Depp. Kim y Kanye se casaron en 2014 en una ceremonia en Italia, tienen cuatro hijos: la hija North, 7, el hijo Saint, 5, la hija Chicago, que cumple 3 años la próxima semana, y el hijo Psalm, 19 meses.
