Escocia entrará este lunes en otro bloqueo nacional que probablemente se extienda hasta primavera. La posibilidad de cerrar la construcción y la manufactura está sobre la mesa a medida que el país se acerca a las restricciones que estaban vigentes en abril y mayo.
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Además, se considera que se establezcan reglas más estrictas para salir de casa y tomar medidas drásticas para reunirse con otros hogares, incluso al aire libre. Por su parte, la reapertura de escuelas se retrasará.
El endurecimiento de las restricciones se adopta después constatar que casi la mitad de los nuevos contagios en Escocia se deben a la variante británica del coronavirus.
Nicola Sturgeon, primera ministra, ha comparado la situación con una carrera de velocidad entre la vacuna y el virus.
Sturgeon ha asegurado estar ahora más preocupada por la situación que en ninguno de los meses anteriores, salvo el pasado mes de marzo. Los retrasos en la aplicación de medidas «casi siempre empeoran las cosas», ha dicho en declaraciones recogidas por The Guardian.
La incidencia del coronavirus en Reino Unido está en su punto más alto, hasta este domingo 03 de enero el número de nuevos casos ascendió en más de 54 mil y se reportaron 454 muertes en un solo día.
Un año del primer brote en Wuhan
Mientras tanto, en la ciudad china de Wuhan, donde se registró el primer brote del coronavirus hace ya un año, se ha recuperado la normalidad tras once semanas de confinamiento total y desde mayo no se han detectado casos por contagio local.
Según un estudio del Centro chino de Control de Enfermedades (CDC), un 4,4 % de los habitantes de Wuhan, presenta anticuerpos del coronavirus SARS-CoV-2.
