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Fabián Izurieta: “De no tener mercado, ahora Güipi está en casi todos los hogares ecuatorianos”

Fabián Izurieta, Asesor del Directorio de C.A. INVEDELCA- Güipi y Hernán Cueva, CEO de Metro Ecuador. / Zoom Fabián Izurieta, Asesor del Directorio de C.A. INVEDELCA- Güipi y Hernán Cueva, CEO de Metro Ecuador. / Zoom

Abrir mercados con productos nuevos no es fácil, pero el champiñón es una muestra de que sí es posible. Llegó hace 40 años al Ecuador gracias a la reconocida marca Güipi, para ser parte de nuestra gastronomía y aportar a una saludable nutrición.

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Fabián Izurieta, Asesor del Directorio de C.A. INVEDELCA/ Güipi, nos cuenta las bondades de su producto estrella, los retos que han afrontado a lo largo de estos años y cómo seguirá innovando con productos ecuatorianos.

¿Cómo nace Güipi en el mercado ecuatoriano?

— C.A. INVEDELCA se inicia hace más de 40 años por la inquietud de mi familia en buscar productos muy buenos para la salud del consumidor y aporten a su nutrición.

Es por eso que decidimos introducir en el mercado ecuatoriano el champiñón, que es considerado como un superalimento porque contiene mucha proteína, incluso reemplaza la que proviene de la carne; entre otras cualidades, es muy bueno para la digestión y tiene una serie de ventajas que no todos los productos tienen.

Entonces, decidimos llevar a cabo la idea de participar en un mercado de alimentos de alto valor nutritivo.

El inicio fue difícil porque no había mercado para champiñones. Los estudios indicaban que la gente no lo conocía, no sabían de qué trataba. Eso, normalmente llevaría a pensar que no debíamos incursionar en eso, pero pensamos que lo importante es desarrollar ese mercado, porque el producto es tan bueno que lo más conveniente era dedicarnos a informar al consumidor sobre qué es el champiñón y cómo usarlo de forma regular y fácil.

Hemos emprendido, a través de los años, campañas publicitarias bastante exitosas que se basan en recetarios, para que el consumidor sepa cómo preparar este producto.

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A más de ser altamente nutritivo, el champiñón es versátil en la cocina, funciona muy bien como acompañamiento, como plato fuerte, es decir, ya depende de la creatividad de la persona que cocina.

¿Qué llegada tuvieron con el consumidor?

Hemos hecho campañas en las que hemos presentado recetas recomendadas y hemos logrado que la gente participe y sugiera también sus recetas, fruto de su experiencia en la cocina. Han ganado premios de productos Güipi y han respondido a esa motivación y han visto cómo el champiñón puede utilizarse de distintas maneras.

De ese negocio que no tenía mercado, lo hemos convertido en un producto que está en casi todos los hogares. Es un mercado en que la categoría en sí mismo tiene un valor importante, supera los 25 millones anuales en ventas. Nosotros somos líderes en el mercado, lo hemos sido por estos cuatro décadas, y eso quiere decir que nos hemos sintonizado con el consumidor.

Creo que esa es la fortaleza que tiene Güipi, nuestra marca. La empresa por sí misma no se promociona sino la marca de los champiñones. Ofrecemos champiñones frescos, enlatados y variedades, para diferentes usos. Estamos equipados para atender a los consumidores que deseen beneficiarse de este producto.

¿Cuál es tu producto estrella?

—El champiñón fresco es el más vendido, contamos con variedades como el champiñón blanco, portobello, shiitake, crimini, cada cual con sus sabores y características.

Por ejemplo, si gustas un producto que ofrezca más sabor, está el portobello; si gustas de algo más gourmet, puedes probar el shiitake. A estas categorías añadimos el producto enlatado y otras variedades de champiñones que también ofrecemos en el mercado.

Además, para nosotros es motivo de orgullo saber que desarrollamos alta tecnología. El champiñón es un producto difícil de producir, requiere ambientes totalmente controlados en humedad, temperatura, y otros factores.

Es decir, requiere de una inversión fuerte para crear las condiciones necesarias y, segundo, para mantener esas condiciones y lograr rendimiento y calidad. Lo hemos logrado, nos hemos mantenido en el mercado un buen tiempo y hemos liderado la categoría hacia el crecimiento y hacia el hecho de que el consumidor entienda el beneficio de este superalimento y cómo usarlo.

Además, al ser un  producto que necesita tecnología sofisticada, fue importante nutrirnos de estrategias del exterior, con asesores de mucha experiencia. Eso ha sido muy productivo y nos ha permitido mejorar nuestra tecnología. Ahora tenemos niveles de producción a nivel internacional.

¿Qué otros productos han desarrollado?

— En esta categoría de productos de alto contenido nutritivo, lanzamos al mercado los Chochos Güipi. Al respecto, la primera innovación que hicimos fue sacar el chocho pelado, es decir, listo para consumir,  novedoso y único. También contamos con la presentación de chochos sin pelar y nuestro último producto, el chocho saborizado.

Tenemos una fe muy grande a este producto, por ser ecuatoriano, por su alto nivel de consumo y que ofrece  un mercado potencial muy grande.

Esta innovación está guiada por esa definición que hemos tenido como empresa, la de ofrecer nutrición, salud y la de aportar de forma positiva para el consumidor. En un futuro, la innovación que nos caracteriza se verá reflejada en otros productos saludables que están ya en proceso de trabajo.

Con respecto a la pandemia, ¿qué impacto tuvo en la compañía?

— Ha sido interesante el hecho de que no hemos parado una sola hora de trabajar. Tenemos un equipo humano de primera categoría, muy leal a la empresa y eso ha hecho que a pesar de los peligros que conlleva la Covid, ellos creían que era necesario ir a trabajar y dar su aporte.

Nuestros resultados en los primeros seis meses de este año ha sido positivo. En el principal supermercado del país tenemos, entre septiembre 2019 al mismo mes del 2020, un crecimiento de ventas del 50%, lo que nos dice que estamos ahí y hemos logrado el respaldo del consumidor y la confianza hacia un buen producto como es el caso de Güipi.

Tenemos un equipo de innovación a tiempo completo, seguimos trabajando en nuevas cosas y esperamos que el consumidor nos respalde en nuestra propuesta de productos nutritivos y buenos para la salud.

Otro aspecto importante dentro de este contexto de pandemia es que hemos logrado mantener el empleo de nuestra nómina, lo cual es un éxito que vale la pena destacar.

C.A. INVEDELCA/ Güipi está situada en la Panamericana Sur Km.12 vía a Aloag, en Pichincha.

¿Cómo está conformado tu equipo de colaboradores?

—Somos alrededor de 130 personas y uno de los logros que hemos tenido en nuestra empresa es haber promovido el trabajo de las mujeres. Cerca del 60% de quienes laboran con nosotros son mujeres, que están en posiciones de mando, supervisión y gerentes de algunas áreas de producción. Han sido promovidas por su propia calidad, inteligencia y capacidad de trabajo, lo cual es bueno para ellas y la empresa misma.

Creo que la promoción del trabajo de la mujer es algo que nos distingue como una de nuestras bases. Creo que somos un ejemplo al no hacer diferencias de género, sino promover y creer en la capacidad, en su talento y las ganas que tienen de trabajar con nosotros.

Además, tenemos un altísimo porcentaje de colaboradores que están más de 20 años con nosotros, una señal de que el ambiente laboral es positivo y hemos logrado mantener su respaldo y compromiso.

¿Se ha pensado en abrir mercados en el exterior?

—Hemos sido exportadores y hemos ingresado al mercado de Panamá y Costa Rica con mucho éxito. En esos momentos, nuestra producción no abastecía el mercado local e internacional, por lo que hicimos una pausa. Pero ahora las cosas han mejorado y esperamos regresar a esos mercados. Con el chocho aún no hemos incursionado en la exportación, pero lo vamos a hacer porque creo sus valores nutritivos nos abrirán paso positivamente.

La búsqueda de mercados nos ha permitido abrir más plazas de trabajo y competir con productores de Colombia, México, entre otros países que cuentan incluso con empresas más grandes, pero hemos visto con satisfacción que contamos con un producto competitivo y logramos captar mercado ante esa competencia que no es fácil vencer.

Lamentablemente el Gobierno anterior no creía en apoyar a los exportadores y nos tuvieron paralizados por 10 años. En ese entonces, para comprar champiñón ecuatoriano se debía pagar un arancel del 15%. De su lado, Colombia negoció un acuerdo con Costa Rica para exportar sin aranceles.

Entonces, es difícil mantener mercados de esa manera, cuando no hay trabajo corporativo entre el Gobierno y el sector privado para hacer cosas positivas. Ojalá en los próximos meses logremos cerrar acuerdos, podamos eliminar estos aranceles y podamos ingresar nuevamente a competir.

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