El uso y comercialización de musgo y bromelias extraídas del bosque de manera ilegal (y más en la celebración navideña) se considera ilegal y en el país tiene su sanción.
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El uso indiscriminado del musgo y las bromelias genera grandes impactos en nuestros ecosistemas, afectan directamente a la microfauna y a la provisión de agua para las comunidades aledañas a estos espacios.
SANCIONES
En el Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece en su artículo 247 una sanción con pena privativa de libertad de uno a tres años para la persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies amenazadas, en peligro de extinción y migratorias, listadas a nivel nacional por la Autoridad Ambiental Nacional así como instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado.
Mientras que el Código Orgánico del Ambiente (COA) refiere que la persona que extraiga y comercialice estas especies forestales sin la autorización administrativa correspondiente podrá ser sancionada con una multa que va desde los cinco hasta los 200 salarios básicos unificados.
“No arranques la piel de los bosques”
Las autoridades han lazado la campaña para evitar el uso y comercialización de musgo y bromelias extraídas del bosque de manera ilegal.
La Policía Nacional y las autoridades de Ambiente cada año ejecutan varios operativos de control en plazas, mercados, ferias y carreteras en todo el territorio nacional para garantizar que las personas que comercialicen de manera ilegal estas especies.
En el año 2019, se reportó el decomiso de 982,92 kilogramos de musgo y bromelias, siendo Guayas (892,50 Kg) y Pichincha (37,2 Kg) las provincias en las que se registró el mayor número de retenciones.