Pfizer y su socia BioNTech pidieron autorización urgente al regulador del medicamento de Estados Unidos (FDA) para poder comenzar a distribuir su vacuna contra COVID-19, que ha demostrado hasta un 95 % de eficacia en pruebas clínicas preliminares. El pedido llegó este viernes 20 de noviembre.
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FDA, (Administración de Alimentos y Medicamentos) deberá revisar al menos dos meses de datos de respuesta de los voluntarios a la vacuna. Así como certificar su seguridad en niños, personas mayores y racialmente diversas, pero habida cuenta de la urgencia del proceso podrían bastar semanas para que la primera vacuna estadounidense contra la COVID-19 esté disponible.
La solicitud se formalizó ante la FDA esta tarde y se espera que la aprobación se priorice y se confirme en diciembre, con las primeras de las dos dosis que requiere la vacuna disponibles entre mediados y finales de ese mes.
Albert Bourla, consejero delegado de Pfizer, recordó hoy que no hay tiempo que perder después de que Estados Unidos haya superado el cuarto de millón de muertos por la pandemia y las 200.000 infecciones y 2.000 muertes diarias, un nivel que algunos expertos ya califican de «crisis humanitaria» en el país más rico del mundo.
«Nuestro trabajo para entregar una vacuna segura y efectiva no podría ser más urgente, cuando continuamos viendo unos aumentos alarmantes en el número de casos de la covid-19 en todo el mundo. La solicitud en EE.UU. representa un hito crítico en nuestro viaje para entregar una vacuna de la covid-19 al mundo», indicó.
Pfizer y la alemana BioNTech indicaron que trabajan en paralelo en avanzar los procesos de aprobación de la vacuna con los reguladores de Australia, Canadá, Japón, Reino Unido y la Unión Europea, donde el aumento de casos podría haber alcanzado ya su pico más alto.
Con información de EFE