La posible interferencia en el cerebro humano ha sido estudiada por los científicos durante décadas, y recientemente las investigaciones han arrojado luz sobre la posibilidad de influir en las elecciones de las personas.
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Un estudio recientemente publicado en la revista Nature y dirigido por científicos de la Universidad de Washington demostró que las neuronas de una zona llamada corteza orbitofrontal, o OFC, son las responsables de las elecciones.
Los investigadores fueron más allá de la identificación de las neuronas que son la causa de las elecciones y decidieron mirar si las elecciones pueden ser influenciadas estimulando esas neuronas con factores externos. Para ello, decidieron aplicar la estimulación eléctrica a algunos monos de laboratorio para ver si podían influir en sus decisiones.
En las pruebas de laboratorio, se les dio a los monos la posibilidad de elegir entre dos tipos de jugo y, sin que los animales lo descubrieran, se les inyectó pequeñas dosis de corriente eléctrica para influir en su elección.
«En aproximadamente la mitad de las pruebas, sin que el mono lo supiera, inyectamos una pequeña cantidad de corriente eléctrica en el OFC, y observamos que la estimulación eléctrica predispone las elecciones de una manera particular y predecible», explicó un Metro Camillo Padoa-Schioppa, Profesor de Neurociencia en la Universidad de Washington y líder de la investigación.
Estas pruebas en monos plantean la cuestión de si este tipo de experimentos podrían ser replicados en humanos para influir en sus decisiones y quizás hacerlas mejores para ellos.
La respuesta de los especialistas es que sería posible, pero reconocen que hay formas mejores y menos invasivas de influir en las decisiones de las personas, aunque reconocen que este tipo de procedimiento puede ayudar a abordar los trastornos de la elección.
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«A largo plazo, este conocimiento puede ayudar a abordar los trastornos de elección, incluidos los trastornos de la alimentación, la drogadicción, etc.», concluyó Camillo Padoa-Schioppa.
Metro habló con el profesor de Neurociencia de la Universidad de Washington para saber más sobre la investigación.
ENTREVISTA
Camillo Padoa-Schioppa,
Profesor de Neurociencia en la Universidad de Washington
¿Qué son las elecciones económicas?
Las elecciones económicas son elecciones hechas sobre la base de preferencias subjetivas. Por ejemplo, las elecciones entre los platos del menú de un restaurante, las elecciones entre posibles inversiones financieras, o las elecciones entre diferentes pares de zapatos en una tienda de exhibición son todas elecciones económicas
¿Cómo funcionan estas decisiones económicas? ¿Cómo se generan en el cerebro?
Desde el siglo XVIII se ha planteado la hipótesis de que las decisiones económicas se toman computando y comparando valores. Esta idea ha sido muy influyente, pero hasta hace poco no estaba claro si los valores se computan realmente en el cerebro (en principio, las elecciones podrían hacerse de otras maneras). Hace 15 años, se demostró por primera vez que las neuronas de un área llamada corteza orbitofrontal –o OFC– representan explícitamente los valores de los bienes ofrecidos y elegidos. Eso fue un gran avance, pero no demostró que los valores representados en OFC sean los que realmente impulsan las elecciones (de hecho, los valores guían una variedad de funciones mentales como el aprendizaje, la atención, la emoción, etc.). El estudio recientemente publicado en Nature aborda esta cuestión abierta de forma definitiva, demostrando que los valores representados en OFC son causales de las elecciones.
¿Pueden estas decisiones ser influenciadas por factores externos?
Las elecciones económicas están influenciadas por todo tipo de factores. Por ejemplo, lo que pedimos en un restaurante puede estar influenciado por con quién cenamos; los zapatos que compramos pueden estar influenciados por alguna publicidad, etc. En nuestro estudio, influimos en las decisiones aumentando artificialmente la actividad de un determinado grupo de neuronas; el hecho de que hayamos podido hacerlo indica que estas neuronas contribuyen a la decisión.
¿Podría hablarnos de los experimentos que realiza en su laboratorio?
En nuestros experimentos, los monos eligen entre dos jugos, por ejemplo el de uva y el de manzana. La mayoría de los monos prefieren el primero, así que si ofrecemos una gota de jugo contra una gota de jugo de manzana, eligen la uva. Sin embargo, les gusta tener más jugo, si es posible. Así que si ofrecemos 1 gota de uva contra 2, 3, o 4 gotas de manzana, finalmente eligen la manzana. En una sesión en particular, un mono puede ser indiferente (es decir, elegir cualquiera de los jugos aproximadamente la mitad del tiempo) entre 1 gota de uva y 3 gotas de manzana. En una sesión, los animales hacen 300 o 400 elecciones de este tipo. En aproximadamente la mitad de las pruebas, sin que el mono lo sepa, inyectamos una pequeña cantidad de corriente eléctrica en el OFC, y observamos que la estimulación eléctrica sesga las elecciones de una manera particular y predecible.
En el futuro, ¿podrían estos descubrimientos llevar a la gente a tomar ‘mejores’ decisiones para su bienestar, como comer alimentos más saludables?
Sí y no. La técnica que utilizamos – la estimulación eléctrica – en principio funcionaría en los seres humanos, pero no se utilizaría porque requiere la inserción de un electrodo en el cerebro (¡y hay mejores formas de mejorar los hábitos alimenticios!). Por otra parte, nuestros estudios arrojan luz sobre dónde y cómo se toman las decisiones. A largo plazo, este conocimiento puede ayudar a abordar los trastornos de elección, incluyendo los trastornos alimenticios, la adicción a las drogas, etc.
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