Más de seis meses han pasado desde que la pandemia por el coronavirus afectó al sistema de salud en el Ecuador. Quito, en los últimos meses se ha convertido en la ciudad con más contagios y, por lo tanto, hospitales llegaron a colapsar en las áreas de hospitalización y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
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El número de casos sigue creciendo en la capital, con 35.972 contagiados, según el corte del 29 de septiembre, y la urbe capitalina tiene aún la incertidumbre si el sistema de salud está enfrentando problemas para la atención de pacientes.
El doctor Carlos Rosero, director del área de neumología del Hospital Eugenio Espejo, charló con Metro Ecuador sobre la situación hospitalaria y qué tan preparados están para un futuro incierto por el coronavirus en la nueva normalidad que atraviesa la urbe y el país.
Rosero destacó que en las últimas semanas se ha visto que el grupo moderado, los que van a hospitalización, ha disminuido. Sin embargo, el grupo que va terapia intensiva se mantiene; el área de Cuidado Intensivos (UCI) sigue llena.
Puntualizó, que ahora se mantiene un poco más de tiempo y espacio en la atención de cada paciente. Él recuerda que el coronavirus detona otras patologías: infarto al miocardio, neumonía, entre otros, lo cual amerita terapia intensiva, y por esta razón deben atenderse en UCI más no por el coronavirus en sí.
«Se mantiene la distribución de pacientes en terapia intensiva. Existen más hombres enfermos que mujeres. Mientras que en el rango etario, los más afectados están entre los 29 y 59 años», comentó.
Rosero añade que el área de cuidados intensivos se mantiene a tope porque se están recibiendo a otros pacientes con otras dolencias o patologías, ajenas al coronavirus. Destaca que en cuidados intensivos se divide a los pacientes en covid directos, posible covid y no covid.
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“Aquellos pacientes que entran con no covid se les hace un hisopado y terminan dando positivo: son pacientes asintomáticos. No podemos bajar los brazos y debemos estar atentos a una posible descompensación y fallecimiento”, recalcó.
El galeno se refirió a la estadística global , la cual señala que el 50% de pacientes que ingresar a UCI tienden a complicarse y a fallecer; «todo depende del país o zona geográfica», complementó.
Rosero indica que el incremento de casos debido a la nueva normalidad ya se ha visto, sin embargo, las personas contagiadas no presentan un cuadro de salud grave. Por esta razón no están colapsando los sistemas de salud. Los pacientes están teniendo síntomas más leves y guardan una cuarentena en casa, añade.
Destacó que todo el personal médico se mantiene expectante de lo que puede pasar, “estaría mintiendo si le diría que va a pasar. El coronavirus puede tener un pico o un oleaje más fuerte: eso no podemos predecir”, comenta.
«Ante este escenario de incertidumbre hay que estar preparados para el peor de los casos, si no existe un repunte como al inicio de la pandemia mucho mejor», destacó.
«La eliminación de las restricciones nos preocupa muchísimo, respecto a los contagios o una posible combinación de virus. Por esta razón, como personal de salud no podemos bajar los brazos», reiteró.
Que se abran más camas de terapia intensiva no es la solución, que se aumenten hospitales tampoco lo es. La solución viene a nivel social, un aspecto de responsabilidad en nuestra medio. Sumando el trabajo de los médicos y esta responsabilidad ciudadana será el arma para poder frenar nuevos contagios y una nueva crisis sanitaria.
¿Qué pasa en el IESS?
Las últimas semanas, las atenciones en los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) bajaron en un 19%: de 2.857 (del 10 al 16 de agosto) a 2.316 (del 14 al 21 de septiembre).
Además, la atención en salas de emergencia para infecciones respiratorias es otro indicador que ha bajado. En las últimas tres semanas, la letalidad ha ido disminuyendo pero el exceso de mortalidad es del 72% (unas 500 personas fallecidas en exceso en relación a los últimos tres años).
Francisco Pérez García, coordinador zonal 8, expresó a través de una sesión del Concejo Metropolitano, que en las últimas semanas se ha visto una pequeña desaceleración, que no quiere decir que haya pasado la pandemia.
Pérez indicó que en los últimos 15 días de agosto se incrementaron 130 camas de hospitalización. Además, el Centro de Atención Temporal Quito Solidario, pasó de 100 a 170 camas y algunos hospitales del Ministerio de Salud aumentaron la disponibilidad de las mismas.
Sin embargo, en promedio, afirmó, hay al menos 30 a 35 pacientes diarios en lista de espera para camas de unidades de cuidados intensivos (UCI).
Por su parte, Ximena Abarca, secretaria de Salud de Quito, reconoció el 22 de septiembre que la pandemia en la ciudad no está controlada, pero que el incremento de casos de debe a que hay mayor número de toma de muestras para identificar a los infectados.
Abarca reconoció que las Unidades de Cuidado Intensivos (UCI) siguen a tope y que, aunque las hospitalizaciones han disminuido, eso no implica que también los contagios.
Número de atención en hospitales de el IESS
HCAM
del 10 al 16 de agosto: 1270
Del 17 al 23 de agosto:1311
Del 24 al 30 de agosto: 1244
Del 31 de agosto al 05 de septiembre:1127
Del 06 al 13 de septiembre:969
Del 14 al 20 de septiembre:929
Quito Sur
del 10 al 16 de agosto: 1587
Del 17 al 23 de agosto: 1530
Del 24 al 30 de agosto: 1474
Del 31 de agosto al 05 de septiembre: 1438
Del 06 al 13 de septiembre:1270
Del 14 al 20 de septiembre:1230
San Francisco
del 10 al 16 de agosto: 0
Del 17 al 23 de agosto: 0
Del 24 al 30 de agosto: 223
Del 31 de agosto al 05 de septiembre: 199
Del 06 al 13 de septiembre: 159
Del 14 al 20 de septiembre: 157
Incremento de contagios en parroquias rurales
Son 6 las parroquias rurales que ingresaron a la lista de las zonas denominadas “calientes”, debido al número de infectados y el irrespeto a las normas de bioseguridad. Estas son:
- Chavezpamba
- Calderón
- Zámbiza
- Cumbayá
- Conocoto
- Lloa
Se mantendrá el testeo
Linda Guamán de la secretaría de Salud de Quito, añadió que al no tener cercana la posibilidad de aplicar una vacuna o un tratamiento efectivo, la única herramienta con al que se cuenta es seguir con el muestreo. Actualmente, de cada 10 pruebas tomadas 2 resultan positivas para COVID-19.