Las operaciones aéreas en el aeropuerto de Guayaquil se reanudaron la noche del domingo tras culminar las tareas de barrido y retirada de la ceniza proveniente del volcán Sangay.
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Las operaciones se suspendieron por siete horas como medida preventiva para facilitar las tareas de limpieza, según el Servicio Nacional de Riesgos y Emergencias (SNGRE).
De acuerdo a la Dirección General de Aviación Civil, la ceniza cayó en la pista de aterrizaje, calles de rodaje y plataforma del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.
«Antes de la apertura el Comité de Operaciones de Emergencia de la terminal verificó que no existe ningún inconveniente para la seguridad operacional», indicó en un comunicado.
Anticipó a la ciudadanía que de volverse a presentar esta situación se adoptará nuevamente las medidas para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas y el bienestar de los usuarios del transporte aéreo.
La ceniza volcánica es severamente corrosiva a las partes sensibles del motor de un avión porque se funde causando lecturas erróneas y averías en los aviones, precisó.
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El presidente Lenín Moreno coordinó con la vicepresidenta del país, María Alejandra Muñoz, y con varios ministros acciones inmediatas para atender a los afectados.
En su cuenta de Twitter señaló que se han desplegado equipos en varias provincias «para cuidar productos agrícolas, ganado y entrega de alimento a animales».
La ceniza del volcán Sangay afectó a poblados de seis provincias andinas y costeras, entre ellas Guayas, Los Ríos, Santa Elena, Chimborazo, Manabí y Bolívar.
Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el volcán Sangay -situado en la provincia amazónica de Morona Santiago- presentó desde las 04:20 hora local (09:20 GMT) explosiones y emisiones de ceniza «mucho más energéticas que en meses anteriores».
En la madrugada del domingo se visualizó una nube de ceniza de gran tamaño que alcanzó una altura de entre 6 y 10 kilómetros sobre el nivel del cráter, señaló el SNGRE en un comunicado.
La parte más alta de la nube se dirigió al este, mientras la baja fue al occidente del volcán, detalló el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional en un informe especial difundido en sus redes sociales.
El SNGRE indicó que tras una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia en la localidad de Pallatanga (Chimborazo), se resolvió restringir el límite de velocidad a 20 kilómetros por hora para evitar problemas con la ceniza.
De su lado, el Comité de Operaciones de Alausí (Chimborazo) decidió suspender las actividades comerciales al aire libre y así como las de instituciones públicas y privadas, el lunes, con excepción de las de seguridad y recolección de desechos.
El SNGRE pidió a la ciudadanía mantener la calma y tomar las debidas precauciones como cubrirse la boca y la nariz con mascarilla para evitar respirar partículas de ceniza, no frotarse los ojos, o lavarlos con agua limpia.
Además, recoger la ceniza y depositarla en una funda de basura.
El volcán Sangay empezó su actividad eruptiva en 2019, pero intensificó la emisión de ceniza desde las primeras semanas de junio.
El Sangay, de 5.300 metros de altitud, forma parte de un medio centenar de este tipo de formaciones que posee Ecuador, la mayoría ubicados en la denominada «Avenida de los volcanes», en la zona andina, aunque también hay de ellos en la región amazónica y en las islas Galápagos, situadas en el océano Pacífico a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
Entre los volcanes más activos de Ecuador se encuentran el Reventador (en la región amazónica), el Chiles-Cerro Negro (fronterizo con Colombia) y el Tungurahua y Cotopaxi (en el centro andino), estos dos últimos con poca actividad en los últimos años.
EFE