A pocas horas que culmine el estado de excepción en Ecuador, una fiesta clandestina en el sur de Quito fue clausurada el sábado. Alrededor de 70 personas entre menores de edad y adultos se encontraron al interior de la casa.
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La Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad de Quito detalló que mediante un trabajo de inteligencia del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano se realizó el allanamiento en el domicilio que «servía como fachada de una venta de comidas». Una denuncia ciudadana permitió a las autoridades dar con lo sucedido.
En las imágenes se observa que es una casa de tres pisos, y en la parte baja se vendía comida. «No cumplían con las normas respectivas de aseo y manejo de alimentos. Eran las responsables de permitir el ingreso a la ‘caída'», añade la secretaría municipal.
El lugar servía como destino para fiestas clandestinas desde hace tiempo; había menores de edad (50), adultos (20) y hasta madres de familia con niños en brazos ingiriendo cerveza y bailando. Una conducta que pone en riesgo la salud de los infantes y de ellos mismos.
Los funcionarios también constataron que no todos los asistentes contaban con la bioseguridad reglamentaria. «En el momento del allanamiento, varios de los jóvenes buscaron salidas quienes esperaban encontrar lugares para poder librarse de las autoridades».
Claramente en las imágenes se aprecia que hay aglomeración de personas en un espacio muy reducido, algo que atenta contra las medidas mundiales de bioseguridad para evitar contagios.
Los adultos fueron trasladados a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) para recibir la sanción. Mientras que los padres de los menores de edad firmaron un acta de responsabilidad.
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En el operativo interinstitucional participaron miembros de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Agencia Metropolitana de Control, Agencia Metropolitana de Tránsito y Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano Quito.
