Ecuamerican nace hace 40 años como ejercicio de profesión de Sarita Espinosa de los Monteros, química farmacéutica graduada de la Universidad Central del Ecuador.
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Nace como laboratorio clínico y a través de los años empieza a ramificarse a diferentes áreas: patología anatómica, imagen diagnóstica y medicina ocupacional.
Adriana Sánchez, hija de Sarita, continúa con esta empresa familiar. Ella nos cuenta los inicios de esta empresa, su consolidación en el mercado y los desafíos que han afrontado frente al COVID-19.
Actualmente, los laboratorios de Ecuamerican procesan cerca de 1000 pruebas PCR, además de atender a pacientes que acuden con otras patologías.
¿Cómo nace Ecuamerican en el país?
Ecuamerican comienza con el nombre de mi mamá como marca. Como mujer de negocios, Sarita le va dando ese valor a la marca, esa característica única, diferenciándose en el trato al cliente, el servicio, la ética, contando con los equipos de última tecnología, las mejores marcas, todo el equipo nuevo y necesario para su labor.
Nuestra marca se sustenta en la calidad total, desde la atención al paciente, antes y durante el proceso de su examen, hasta la entrega de resultados de forma oportuna. De esta manera, se facilita que el médico pueda interpretar esos resultados y pueda ofrecer el mejor tratamiento.
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Con el tiempo, el nombre Ecuamerican se va posicionando, apalancado también en la atención a domicilio. En un inicio, mi madre iba personalmente a brindar este servicio.
Ahora, Ecuamerican es una empresa a nivel nacional, con cerca de 400 empleados y dos empresas más que colaboran en Medicina Ocupacional y Patología. Mi madre sigue siendo el CEO de la empresa, yo estoy en la dirección médica, en molecular y genética y en laboratorio clínico. Además, nuestro equipo está conformado por personal que ha crecido con nosotros y ahora ocupan cargos gerenciales de importancia.
Así inició Sarita, creando sola, a puro instinto, pero con conocimiento de que la salud debe estar ligada a la calidad total. Estamos conscientes de que los pacientes que acuden a nosotros lo hacen por temas de salud que muchas veces les generan estrés, la idea es que con nuestro servicio disminuya esa carga de preocupación en ese momento y que se sientan bien con la atención.
¿Cómo se presenta a nivel nacional?
Estamos a nivel nacional, Quito, Guayaquil, Cuenca, El Coca, Manta, y 11 sucursales y 22 unidades móviles.
¿Cómo inicia esa expansión?
Con mis estudios en Medicina se abre el área de investigación, Microbiología y el de Molecular y Genética, especializado en cáncer, tumores y herencia. Ahora, con la pandemia, se aumentó una división más que trata netamente COVID-19 y se la separó de las otras, justamente por el tratamiento especial que requiere.
Desde el inicio de la pandemia, se decidió que los pacientes que no tuvieran COVID, y que necesiten nuestro servicio, no debían verse afectados en sus resultados ni horarios. No podíamos abandonarlos ni exponerlos. En la medida de lo posible tratamos de controlar al máximo que se cumplan con todas las medidas de bioseguridad.
Para ello, se crearon dos líneas para dividir al personal que trataba con pacientes COVID y no COVID. Es así que se crearon rutas de atención. En la Av. América (Quito) hay un edificio exclusivo para atender a pacientes con coronavirus, pero también tenemos la ruta de 10h00 a 20h00 para estos pacientes, con choferes y personal médico. Todo esto, sin olvidar la atención a domicilio de los pacientes no COVID.
Con estas medidas aseguramos que nuestros pacientes estén bien cuidados y sepan que al contar con nuestros servicios, en la medida de lo posible, no se expondrán al virus.
Desde que iniciamos con las pruebas PCR, la gran mayoría arrojaban resultados negativos. Ahora, la cantidad de positivos es bastante fuerte. En mi universo de gente positiva atendida en Ecuamerican, el 40% es asintomático.
¿Qué retos ha implicado esta logística?
Es complicado porque la ruta COVID se realiza por sectores y cada uno tiene sus propios protocolos. Hemos aprendido a manejar logística y coordinar los tiempos de atención, que a veces se extienden por la complejidad de la atención. Todo este proceso ha sido un aprendizaje.
También agradezco la colaboración de los pacientes que nos conocen y saben que hacemos lo posible por servirles de la mejor manera y en los tiempos previstos.
Nuestros clientes pueden contactarse a través de 10 líneas de celulares, Facebook y WhatsApp. Todas las formas de comunicación digital están disponibles.
Estamos en una pandemia en curso, el virus es nuevo y todos tenemos el mismo tiempo de conocerlo. Vale la pena mencionar a los pacientes que hay exámenes que son de tamizaje y de tipo diagnóstico. Cualquiera de los dos deben ir acompañados con la asesoría del médico en pacientes adultos y del médico pediatra en caso de niños.
De esta forma, los exámenes de laboratorio pueden aportar a ese manejo integral de la salud. el manejo del COVID debe ser integral y personalizado, cada organismo funciona diferente y por eso debe ser manejado como tal.
¿Qué desafíos vendrán?
Somos una empresa que planifica y analiza sus pasos a futuro para hacerlo de la mejor forma. El desafío está en mantener la atención equilibrada en la línea clínica de pacientes sin COVID y no COVID. Además, se nos une el reto de mantener la nómina intacta. Nuestros trabajadores dependen de esta actividad y creo que toda empresa pasa por esos momentos. Sin embargo, creo que lo estamos logrando.