Un hecho impresionante ha dejado maravillado a un grupo de científicos en el suroeste de China. Este equipo de investigadores encontró, en el año 2010, el fósil de un ictiosaurio que aproximadamente debe tener unos 90 millones de años de extinto. Sin embargo una de las cosas que mayormente sorprendió a los expertos, que el fósil del animal tenía su última comida, intacta, en el estomago.
PUBLICIDAD
Gracias a esta situación los científicos manifiestan que se trata de una megadepredación. Este es el proceso en el que un animal bastante grande, toma como presa a otro ‘gigante’. Asimismo es el registro más antiguo que se tiene de este acontecimiento.
Fósil de ictiosaurio
Según los registros que se tienen del ictiosaurio, este vivió desde el triásico inferior hasta el cretácico superior. Expresado en números eso sería aproximadamente desde hace 250 millones de años hasta hace 90 millones. Por lo que los análisis finales sobre la especie fosilizada no deja de sorprender. Esta especie era un reptil con un aspecto similar al de un atún o un delfín. Al igual que este último tenía la capacidad de respirar aire, como también lo hacen las ballenas. Podía llegar a tener unos 23 metros de longitud.
La presa que cenó por última vez, afirman los científicos, medía mas de la mitad que su depredador. Es entonces donde notan el primer registro de la megadepredación. Este fue un hallazgo de hace una década, pero recién salió publicado en la revista iSience.
Se conocía que los ictiosaurios eran megadepredadores, pero se trataba de una suposición por características de su anatomía. Es decir la forma de los dientes o el compuesto de su mandíbula, pero nunca se había comprobado esta teoría. Hasta ahora que analizaron detalladamente el hallazgo. «Nunca habíamos encontrado restos articulados de un gran reptil en el estómago de depredadores gigantes de la era de los dinosaurios, como los reptiles marinos y los dinosaurios», sostuvieron.