El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal de Cuenca realizó varios pedidos a los representantes del COE Nacional debido al aumento de casos de COVID-19. Sin embargo, solo un requerimiento fue acogido durante la reunión que mantuvieron el martes 21 de julio.
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Cuenca solicitó tres reformas de las condiciones del semáforo amarillo que son: prohibir las reuniones con más de 25 asistentes, ampliar el toque de queda y restringir la venta de bebidas alcohólicas. Solo el primer pedido fue acogido por las autoridades.
Además de prohibir las reuniones con más de 25 asistentes, se acordó crear un cuadro de mando operativo entre diferentes instituciones como la Policía, Empresa de Movilidad o Guardia Ciudadana, esto para ser más rigurosos en los operativos de control y obligar a los ciudadanos a que respeten las normas mínimas de bioseguridad como el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
El alcalde de la capital azuaya, Pedro Palacios, manifestó que por la falta de personal, los operativos se enfocarán en barrios específicos de la zona urbana y rural donde conocen que existe desobediencia porque gente se reúne a hacer deporte o libar.
En la reunión se habló del tema de las estadísticas de los contagios de coronavirus pero no fue suficiente para conseguir que estos tres requerimientos sean aprobados. Las autoridades de Cuenca quieren cambiar el horario del toque de queda y suprimir la venta de licor los fines de semana.
Ante esto, el alcalde Palacios, será recibido este miércoles en Comisión General ante los integrantes del COE Nacional para insistir, por tercera vez, en este aspecto.
Hasta el martes se reportaron 2318 casos positivos en Cuenca, de acuerdo a información del Ministerio de Salud.