Un año después de haber bautizado la tuneladora Juliana, la Alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, regresó al sitio donde se construye la Línea de Impulsión Pradera-Las Esclusas, una obra de última generación tecnológica que se construye a 22 metros de profundidad, sin zanjas ni roturas de calles, por lo tanto sin ningún tipo de afectación a los moradores ni los comercios ni el medio ambiente del sector.
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La Línea de Impulsión Pradera-Las Esclusas está avanzada en un 72,15% y su funcionamiento está previsto para marzo del 2021.
EN BENEFICIO DE UN MILLÓN DE HABITANTES
Su objetivo es transportar las aguas residuales de alrededor de un millón de habitantes del centro, suburbio oeste y sur de la ciudad a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Las Esclusas para ser tratadas antes de regresar al río.
La Alcaldesa Viteri indicó que en esta obra trabajan 220 personas de las cuales 70 corresponden a mano de obra de la comunidad y destacó que todos ellos son también héroes al regresar a cumplir con su trabajo a favor de la ciudad en estos difíciles tiempos de pandemia.
OBRA INSIGNE PARA LA CIUDAD
El Gerente de EMAPAG, economista Jackson Herrera, reveló que esta es una obra insigne de la actual administración, porque convierte a Guayaquil en pionera en el país en la utilización de tecnología de alta ingeniería, a través de la construcción subterránea de un túnel de más de 4 kilómetros de extensión.
Para el ingeniero Andrés Mendoza, Presidente del Directorio de EMAPAG, esta obra que se financia con recursos del Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones representa la reactivación de la economía de la ciudad a toda escala porque genera fuentes de trabajo.