El presidente Abdalá Bucaram regresó a su casa el lunes 20 de julio con grillete electrónico en su tobillo izquierdo, pues está siendo procesado de tráfico de armas y municiones que sigue la Fiscalía en su contra, luego de hallar un arma de fuego en su casa, el día que allanaron su vivienda, en Guayaquil, el pasado 3 de mayo.
PUBLICIDAD
En esa fecha, el exmandatario dijo que el arma de fuego fue un regalo que recibió del general Paco Moncayo cuando fue presidente de Ecuador. En sus redes sociales mencionó además que le había comentado a la general de la Policía, Tannya Varela, que quería realizar el trámite para obtener el permiso.
Sin embargo, el lunes pasado, la defensa de Bucaram, Alfredo Arboleda, dio otra versión y mencionó que el arma incautada era del yerno de Bucaram, quien falleció, y quien, según el defensor tenía todos los papeles en regla.
Las municiones, según la defensa, son de Alfredo Adum, dueño de la avioneta donde se fugó Daniel Salcedo, a quien se e considera pieza clave para descubrir cómo se adjudicaban los contratos en los hospitales.
Por otro lado, Alfredo Adum, dijo hace semanas cuando asistió a la Fiscalía, que días antes había visitado a Abdalá Bucaram en su casa para almorzar juntos y que llevaba las balas en su bolsillo y se le quedaron en la casa del expresidente.
Abdalá Bucaram podría enfrentar una pena de hasta siete años de prisión de ser hallado culpable, pero según su abogado, esto es muy poco probable.