El último fin de semana, más de 400 bañistas llegaron a la playa de Crucita, en Manabí. En redes sociales circularon videos donde se evidenciaba que el distanciamiento ni las medidas de bioseguridad se cumplieron. Con ayuda de militares y funcionarios del Municipio de Portoviejo desalojaron a las personas.
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El acceso a los balnearios y playas está restringido debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19. Por su parte, Silvio Larrea, director del departamento de Control Territorial del municipio de Portoviejo, señaló que esta situación les tomó por sorpresa a ellos, pero confirmó que los restaurantes sí estaban autorizados de abrir.
“Estamos atentos a los controles y se harán más exhaustivos”, señaló el funcionario municipal. Portoviejo es la ciudad de Manabí que más casos de coronavirus tiene. Hasta este lunes, se reportaron 1.464 en el cantón.
Se difundieron videos y fotos donde los ciudadanos cuestionaron al COE Nacional la reapertura de playas que está prevista para el 22 de julio. En la playa de Crucita estaban personas junto a botellas alcohólicas, otros caminaban sobre la arena y tomaban el sol, sin cumplir con medidas básicas de bioseguridad, como mantener la distancia y usar mascarillas.
También se vio la llegada de decenas de vehículos por lo que se congestionó la avenida del paseo del Malecón.
Larrea señaló que de los 87 locales habilitados para venta de comida, a ocho se les suspendió su actividad porque no proveían de las medidas de bioseguridad a los visitantes.