La noche de este lunes, un grupo de ciudadanos se dieron cita en los exteriores de la casa del presunto autor del envenenamiento de 11 perros en Ambato, provincia de Tungurahua.
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En el punto gritaban consignas de protesta contra el maltrato animal, mientras lanzaban piedras y otros objetos a la vivienda. Así se ha observado en algunos videos que en redes sociales han circulado.
El nombre de la ciudad es tendencia en Twitter, ante la indignación de cientos de usuarios de la red social por el deplorable hecho.
La tarde de ayer, los cuerpos de los 11 canes fueron levantados por agentes de la Unidad de Criminalística de la Policía Nacional, Colectivos de Animalistas de Tungurahua y vecinos del barrio Ficoa Las Palmas.
En otro video que ha circulado en la red social se observa como una persona lleva un balde de color blanco y coloca en el suelo varios platos con comida.
La oficial de Policía, Jacqueline Ortega, dijo que los perros serán enterrados en un solo lugar y que los vecinos del lugar facilitaron todos los videos «para dar con el causante de este lamentable hecho”.
De acuerdo con los investigadores y moradores del sector, el alimento que ingirieron los perros fue arroz con carne mezclada con una sustancia tóxica.
Sanciones
Desde este 21 de junio de 2020 ya están en vigencia y aplicación las reformas al COIP (Código Orgánico Integral Penal). En el instrumento legal se agregó Muerte a un Animal que forma parte del ámbito de la fauna urbana.
El artículo 250.1 reza: La persona que mate a un animal que forma parte de la fauna urbana será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a un año. Si la muerte se produce como resultado de actos de crueldad será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
De hecho, se impondrá el máximo de la pena si ocurre lo siguiente: Actuando con ensañamiento contra el animal, suministrando alimentos componentes dañinos o sustancias tóxicas.
Igualmente, si el animal es cachorro, gerente o hembra gestante, cuando la infracción sea cometida por el dueño o tenedor del animal o por quien esté a su cuidado temporal o permanente.