Varios cantones de Azuay incluyendo a Cuenca cambiaron de semáforo epidemiológico a amarillo y con eso flexibilizaron sus medidas de restricción desde el pasado 25 de mayo. En ese momento se registraban 797 casos de COVID-19 en el país. Sin embargo, hasta el 11 de junio se reportaron 1160 y con esto se evidencia un aumento de 363 en solo dos semanas.
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El Gobernador del Azuay, Xavier Martínez ha manifestado que «hemos llegado a tener varios días en los que se ha observado una ocupación del 100% de las camas UCI (Unidad de Cuidados Intensivos)». Lo que más le preocupa es que los nuevos casos puedan terminar en estado grave y necesiten las salas de cuidados intensivos y colapse el sistema de salud.
«Antes de ayer llegamos al 100%, ventajosamente hubo gente que pudo salir del ventilador», reveló el doctor Iván Feicán, gerente del hospital Vicente Corral Moscoso en declaraciones para Ecuavisa.
Las autoridades mencionaron que detenerlo todo y volver a cuarentena no es la opción sino mantener las medidas de distanciamiento y bioseguridad como el uso de la mascarilla, lavado frecuente de manos.
«La mascarilla es 100% efectiva en el momento que salen a la calle. Si no lavan sus manos, sino dejan de manejar el dinero como lo están haciendo, vamos a continuar con un número elevado de casos», manifestó el galeno.
La ciudad de Cuenca festeja estos días su tradicional fiesta del Corpus Christi, obviamente de una manera diferente. No se puede generar aglomeraciones y las personas deben tomar su distancia si no quieren que los casos aumenten.
Cuenca reportó ayer 11 de junio 49 nuevos casos llegando así a los 1001. Hasta el 10 de junio tenía 952 casos.