En España, la Guardia Civil informó sobre el operativo Promises para liberar a siete futbolistas sudamericanos, entren ellos un menor de edad, quienes eran explotados sexualmente en Cádiz. El mismo dejó tres detenidos por trata de seres humanos en la localidad de Prado del Rey.
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«La operación Promises ha logrado desarticular una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y a la prostitución lucrativa. Hay tres personas detenidas por estos hechos. Los siete jóvenes liberados –uno de ellos menor de edad- fueron captados mediante engaño por la organización en sus países de origen. Cuando llegaban a España, eran obligados a prostituirse», dice el boletín emitido.
Las víctimas fueron engañados por personas que viajaron a diferentes lugares de Sudamérica, con el objetivo de reclutarlos en buena forma física. Se les prometía un futuro de éxito en el país europeo, siempre relacionando con las profesiones que tenían en su país de origen.
Para evitar sospechas, la organización delictiva les obligaba a pagarse el pasaje a España, con el compromiso de que la inversión la recuperarían en corto tiempo con los trabajos que llegaban a hacer.
Por ello, las familias de los siete jóvenes llegaron incluso a recurrir a prestamistas, que les cobraban unos intereses desorbitados, para pagar el viaje.
Ya en España, la organización les recogía en el aeropuerto y los trasladaba hasta Prado del Rey. Les retenían la documentación y les quitaban el dinero que llevaban consigo.
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«Les tenían hacinados en una sola vivienda y sólo les permitían relacionarse entre ellos, manteniéndolos en la más absoluta indigencia, llegando en ocasiones a tener que mendigar para poder subsistir», detalló la Guardia Civil.
Ante esta situación de precariedad, la organización les ofrecía participar en un chat de contactos homosexuales, que era gestionado por el líder de la organización. Los encuentros homosexuales se producían en distintas localidades de la provincias. El tratante llevaba a la víctima, permaneciendo en las inmediaciones hasta que el encuentro terminaba y le requisaban el dinero pagado a cada uno de ellos.
Cuando la víctima ya había participado de estos encuentros sexuales, le amenazaban con trasladar esta información a sus familiares en Sudamérica, consolidando la posición de dominio y abuso de superioridad.
La liberación se llevó a cabo este 10 de junio por el Equipo de Delitos contras las Personas de Cádiz. Los jóvenes liberados han recibido el status de víctimas de trata de seres humanos por las autoridades españolas. También se ponen a su disposición recursos de distintas administraciones en materia psicológica, sanitaria y social.