¿Qué más falta en el 2020? A principios de año casi se desata la Tercera Guerra Mundial y en menos de un parpadeo llegó la pandemia del coronavirus para cambiarnos la existencia. A inicios de mayo llegaron las denominadas avispas asesinas y después las polillas gitanas en Estados Unidos. Ahora, ese país está nuevamente en alerta por la aparición de unos sapos gigantes asesinos. ¡WTF!
PUBLICIDAD
Los sapos enormes tienen en temor el suroeste de Florida, en Estados Unidos. Además del tamaño, su toxicidad es capaz de terminar con la vida de mascotas.
Se trata de los llamados sapos gigantes o sapos de caña (Rhinella marina), unos batracios que no suelen aparecer por dicha zona. Pues los reportes de medios arrojan que llegaron con las lluvias y ahora generan preocupación en los habitantes.
Aunque son generalmente inofensivos para los humanos, pueden ser peligrosos para las mascotas. Durante la temporada de lluvias, cuando los sapos se reproducen y generalmente son más activos, los dueños de perros deben estar atentos a signos de envenenamiento: babeo excesivo, encías rojas, vómitos, desorientación, círculos, tropiezos y caídas, y convulsiones.
Esta especie de sapo vive en lugares húmedos, se reproducen de manera numerosa (una hembra puede poner hasta 30.000 huevos cada vez), según el Miami Herald. Ya que presentan en todas las partes de su piel glándulas venenosas, que resultan mortíferas para diversos animales.
PUBLICIDAD
El veneno de los sapos gigantes puede causar ceguera temporal. Y hasta fuertes dolores si ingresa alguna de las toxinas del animal por la boca u ojos del humano.
¿Con qué nos sorprenderá julio?