El 31 de mayo se cumple el plazo de dos meses que pusieron los bancos y las tarjetas para no cobrar las deudas, debido a la emergencia sanitaria y la pandemia del COVID-19. La cuarentena se ha flexibilizado y se vuelve a las actividades económicas. Es así que las deudas de los dos meses de aislamiento se comenzarán a cobrar en los próximos días.
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Los créditos y pagos de tarjetas se habían congelado por 60 días durante la emergencia. Algunos también solicitaron redefirimiento.
La Superintendencia de Bancos está analizando ampliar el periodo de diferimiento de los créditos que sería un alivio para las cientos de miles de personas que están desempleadas, pero aún no decide por cuánto tiempo más y cuáles serían las condiciones.
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Pero no son solo las deudas que se tengan con entidades bancarias, también lo son los servicios básicos y las rentas que no se han podido pagar. La Defensoría del Pueblo ha recibido en su plataforma 8.000 alertas por vulneración de derechos en distintos ámbitos.
Más de 50 cantones han pasado a semáforo amarillo para reactivar la economía. Quito lo hará el próximo 3 de junio con algunas restricciones debido al aumento de contagios en las últimas semanas.
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