La pandemia del coronavirus ha demostrado que la salud pública es un factor que debe tener mayor atención por parte de los organismo internacionales y Gobiernos. Además, ha dado un impulso de cómo las personas más ricas pueden ayudar a pagar el enorme costo fiscal.
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En varios países de la región (América Latina) se han planteado propuestas para recaudar fondos adicionales Algunos parlamentarios de Argentina o Brasil, hablan de crear una especie de impuestos solidarios. Sin embargo, otros insisten en que se requiere cambios permanentes.
A continuación te contamos las tres ideas que han surgido en respuesta a la emergencia económica provocada por la pandemia, las cuales son promovidas por economistas independientes, partidos políticos y centros de estudios.
Subir el impuesto a la propiedad de las personas
Miembros del Partido Social Demócrata en Alemania propusieron un impuesto extraordinario a la propiedad (por una sola vez) para recaudar fondos.
Emilio Pineda, jefe de la División de Gestión Fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dice en diálogo con BBC Mundo que «hay un enorme espacio para mejorar el impuesto a la propiedad en Latinoamérica»
Adicional a ello, Pineda, agrega que es necesario aumentar la eficiencia del gasto público y, la vez, subir el impuesto a la renta de las personas.
Subir el impuesto a la renta personal
El impuesto a la renta permite conocer las utilidades generadas por su capital y otros ingresos que pueden provenir, por ejemplo, de salarios. En Italia, parlamentarios promueven la idea de crear un impuesto de carácter progresivo durante 2020 y 2021.
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«Los países de la región no están explotando de manera efectiva el impuesto a la renta de las personas», dice Pineda.
Subir el impuesto a las grandes fortunas
El impuesto al patrimonio personal o a la riqueza es una de las propuestas más controvertidas. En Argentina se propone un tributo de 2% a las personas que hayan declarado un patrimonio superior a USD 3 millones.
Propuestas como esta provienen de cercanos al expresidente Evo Morales en Bolivia; a parlamentarios de partidos como el PT en Brasil; cercanos al expresidente Rafael Correa en Ecuador; parlamentarios del Frente Amplio en Perú, o miembros del Partido Comunista en Chile.
Finalmente, los detractores de estas posibles medidas para frenar el crecimiento del “hueco” fiscal señalan que un alza tributaria daña la inversión y la creación de empleos. En simples palabras, el panorama es más difícil para la recuperación económica.
Muchos han catalogados que este tipo de alternativas tienen un fundamento ideológico en la lucha de clases. Además, puede provocar la fuga de capitales hacia países con menos impuestos.
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