Sonaban las campanas de una iglesia de la parroquia Chongón, ubicada en la vía la Costa, cuando el reportero de RTS, Carlos Julio Gurumendi, se quebró en llanto en plena transmisión en vivo. Justo eran las 14:00; cuando se inicia el toque de queda en el país como parte de las medidas sanitarias para enfrentar la pandemia del coronavirus. En Ecuador se contabilizan hasta la fecha 2240 casos y 75 fallecidos.
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«El replique de las campanas, en todas las iglesias católicas suena el pedido a Dios para que cubra con su manto…», comienza diciendo el comunicador social pero se le imposibilita continuar ante los sentimientos encontrados.
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Luego rompe en llanto y con la mano hace una seña de que pide pausa. El camarógrafo le pregunta si está llorando. Pero no puede contenerse y pide disculpas a los televidentes con la voz quebrantada.
Cuando intenta continuar su cobertura dice: «el replique de las campanas de la iglesia católica pide quedarse en casa, ver por los suyos y sus familiares». Como no puede seguir pide «mil disculpas» y se hace a un lado de la toma.
