Cuando el sistema inmune no se encuentra equilibrado, su función de defensas en el organismo podría no ser efectivo y las posibilidades de enfermarse por bacterias o virus se incrementan.
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Esto puede provocar que, la persona presenta síntomas más severos frente a un cuadro vírico o bacteriano como escalofríos o fiebre.
Quienes tienen el sistema de defensas bajo suelen presentar infecciones recurrentes, así como el constante contagio de enfermedades virales.
“El sistema inmunitario es una red compleja de células, tejidos y órganos que funcionan en equipo para defendernos de los gérmenes. Ayuda a nuestros cuerpos a reconocer estos «invasores» y a mantenerlos fuera de nuestro organismo y, si no puede, encontrarlos y deshacerse de ellos”, reseña el servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medineplus.
Cuando este sistema se encuentra debilitado presenta síntomas fáciles de identificar que deben ser examinados y tratados por un especialista.
Estos son los principales síntomas de un sistema inmune debilitado
- Cansancio excesivo y constante
- Fatiga, náuseas y vómitos
- Fiebre y escalofríos
- Infecciones recurrentes, como el herpes y la amigdalitis
- Resequedad ocular
- Caída del cabello
¿Cuáles pueden ser las razones?
Tener el sistema inmune débil puede tener diversas causas que van desde malos hábitos hasta enfermedades crónicas. Aquí detallamos algunas de las razones:
Hábitos no saludables
Las defensas pueden verse comprometidas cuando no se lleva una dieta saludable y equilibrada.
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Además, la falta de ejercicio y hábitos negativos, como el alcoholismo o el tabaquismo pueden causar efectos perjudiciales en el sistema inmunológico.
Estrés o ansiedad
Como parte de los hábitos, es indispensable tener tiempo de relajación y descanso, ya que una rutina llena de estrés puede afectar las defensas.
Medicamentos inmunosupresores
Si cumples tratamientos con antibióticos o corticosteroides es posible que las defensas bajen.
Al presentar algunos de los síntomas expuestos, es necesario comunicárselo al médico tratante, ya que, en ocasiones, debe suspenderse o sustituir la receta.
Enfermedades autoinmunes
Algunas enfermedades crónicas como el Sida, el cáncer, el lupus y la diabetes suelen debilitar el sistema inmunológico y volver al organismo más propenso a otras patologías.