El Director General del Servicio Integrado de Seguridad, Juan Zapata, indica que el año anterior (2019) se recibieron 12’621.936 llamadas. El 48,6% fueron de uso indebido del servicio, lo que representó un gasto innecesario de USD 15’713.067.
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A pesar del uso inadecuado del 9-1-1, la atención a la ciudadanía no se ha detenido, sentenció Zapata a través de rueda de prensa. «En el 2019 se articuló la asistencia de 3’816.085 emergencias y se evitó que 33.372 hechos se convirtieran en delitos o emergencias gracias a la videovigilancia”.
«Pedimos respeto a la ciudadanía, los avisos falsos de emergencia obstaculizan la atención de incidentes reales, congestiona el canal de acceso a la línea y dificulta la labor de salvar vidas”.
“Con los recursos que se desperdiciaron por mal uso del 9-1-1 el año anterior se habrían implementado 2.400 puntos de video vigilancia lo que habría fortalecido el monitoreo de la seguridad ciudadana”.
Sanciones
El artículo 396 tipifica con pena privativa de libertad de 15 a 30 días a las personas que de manera indebida realice uso del número único de atención de emergencia y que implique desplazamiento, movilización o activación innecesaria de recursos de las instituciones de emergencias.
¿Cuántas llamadas se reciben al minuto?
El ECU, diariamente, recibe 9000 llamadas reales. Mientras, que cada dos minutos atienden 50 llamadas.
Las zonas con mayores cifras de mal uso son: Guayas, Los Ríos, Santa Elena, Bolívar y Galápagos (51,41%). Manabí y Santo Domingo los siguen con el 51,07% de llamadas falsas. Por su parte, Pichincha, Napo y Orellana cuentan con el 46,43%.