El geranio es la flor emblemática de Quito porque desde la época colonial ha estado presente en los balcones y jardines capitalinos. Se calcula que existen más de tres mil macetas de geranios en la capital.
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Es por ello que el 4 de marzo de 2013, Quito fue declarada como la «Ciudad de los Geranios», gracias a la mención que hiciera en su momento el conocido escritor Marco Chiriboga. «El geranio es la flor insigne porque es una flor mestiza, es de color rojo al igual que la ciudad y es una planta que florece todo el tiempo, es perenne».
Además, por iniciativa del mismo periodista, cada 14 de febrero se celebra la elevación de Quito, por orden de la corona española, de villa, a ‘Muy Noble y Muy Leal ciudad de San Francisco’( 1556), adornando los balcones del Centro Histórico con esta emblemática flor.
Sus cerca de 240 especies, diferenciadas por los colores de sus flores, por su tamaño y hasta por su olor, se convierten en una opción decorativa fácil de mantener.
Su nombre científico es ‘Pelargonium’, y es originaria de la región sudafricana de El Cabo. El geranio tiene funciones medicinales en los campos digestivo, reproductor y antiséptico.
