Xavier Córdoba, presidente de la Fundación Ecuatoriana de la Hemofilia (Fundhec), junto a familiares y pacientes que padecen esta enfermedad, realizaron un plantón fuera del área de consulta externa del Hospital Andrade Marín (Quito).
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El plantón se debe a la posibilidad de cambiar el tipo de medicamento que reciben las personas que tiene hemofilia. Córdoba explicó que los pacientes consumen, actualmente, moléculas de origen humano de cuarta generación lo que facilita el diario vivir de los beneficiados.
El Presidente de la Fundhec informó, que en una reunión con el directorio, que se está requiriendo medicamentos de menor precio y calidad, lo cual descartaría el tipo de terapia que se está aplicando actualmente a los pacientes hemofílicos.
«Los cambios anti técnicos no son recomendables ya que pueden generar inhibidores. Los nuevos fármacos tendrían origen animal (hámster)». Además, alertó que en otras instituciones se han presentado problemas con pacientes que han derivado en la muerte de los afectados debido a la ingesta del cóctel de medicamentos de este tipo, acotó Xavier Córdoba.
Él puntualizó que el plantón no solo fue para advertir a las autoridades del hospital, también para agradecer al señor gerente del IESS, por mantener el tratamiento con los pacientes, hasta ahora.
Córdoba puntualiza que hace meses, en una reunión, se prometió que se continuaría con el tratamiento actual, pero lamentablemente el lunes 06 llegó la información que se está tramitando la compra de los nuevos insumos médicos.
El medicamento que hoy suministran tiene una efectividad de 14 a 16 horas.Las nuevas moléculas tendrían un precio más económico (USD 0,18); el actual tiene un valor de USD 0,60. Las autoridades están viendo el ahorro, pero no la efectividad. En el Hospital Andrade Marín, actualmente, existe un promedio de 40 pacientes.
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Elizabeth Molina, madre de un paciente hemofílico, comentó que las hemorragias que se producen, no necesariamente se debe a caídas o golpes. «Sus articulaciones se encuentran muy dañadas, con la efectividad del medicamento les ayuda a tener una mejor calidad de vida».
“El remedio va a resultar peor que la enfermedad, porque es un medicamento de baja calidad, no les va a durar mucho en su organismo. Incluso van a correr el riesgo de contraer otros padecimientos con mayores gastos”.
«El reclamo lo venimos haciendo siempre. Mi hijo tiene 33 años y padece hemofilia, hemos luchado toda la vida por un tratamiento justo. Es inmoral que ahora demos un retroceso».
«No podemos permitir que esto de un paso hacia atrás, en el IESS tenemos medicamentos de excelente calidad. Lo que nosotros queremos es que esto se mantenga, no podemos perjudicar la vida de sus pacientes», finalizó Elizabeth Molina.
Ernesto Arroyo (su hijo y nietos padecen hemofilia) puntualizó que es imposible para ellos adquirir un medicamento de este tipo. Cada unidad cuesta USD 0,60. «En el caso de mi hijo, necesita un total de 4000 unidades a la semana, lo que equivale a USD 2400».
«La atención inmediata, debido a la frecuencia de emergencias producidas por los golpes que sufren las personas que padecen ello, es otra petición que debe ser escuchada por las autoridades», expresó el padre de familia.
Aproximadamente, 800 pacientes registrados padecen hemofilia en el Ecuador. En el mundo la prevalencia de la patología es de 1 por cada 10.00 nacidos vivos. La hemofilia es una alteración de la coagulación sanguínea.
El Ministerio de Salud contempla los medicamentos para esta patología dentro del cuadro básico de medicinas, lo que permite que los tratamientos sean con factores de coagulación liofilizados.