El cambio climático afecta a una de las estructuras de tránsito marítimo más grande del mundo. La falta de lluvias amenaza las operaciones del Canal de Panamá, ya comprometidas por la caída del comercio, 20 años después de haber pasado de administración estadounidense a manos panameñas.
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La principal amenaza que se cierne sobre esta vía de 80 kilómetros que une el océano Pacífico y el Mar Caribe y cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón. Las alarmas se encendieron porque el país enfrenta mínimos históricos de precipitaciones.
Según la Autoridad del Canal de Panamá, este 2019 las lluvias han estado 27% por debajo del promedio. La temperatura del lago Gatún, el principal afluente del canal, ha subido 1,5 grados Celsius en la última década, lo que ha producido una pérdida significativa de agua por evaporación.
Qué problemas existirían
La falta de agua puede crear incertidumbre en las navieras, y las autoridades canaleras temen que estás puedan optar por rutas marítimas como el Canal de Suez, que según reconoce la ACP, ha reducido los peajes en un 60 %
Además, el cambio climático «amenaza el deshielo de los polos, especialmente en el Polo Norte, lo que podría abrir nuevas rutas marítimas de competencia», señaló a la AFP Felipe Chapman, socio director de la firma de asesoría económica Indesa.
Por el Canal de Panamá pasaba hasta hace poco el 5% del comercio mundial, pero según Vásquez esa cifra ha descendido a 3,5%, pese a que este año batió su récord de ingresos (USD 3 365 millones) y de carga (USD 450,7 millones de toneladas)