Una cóndor de diez meses de edad murió tras recibir disparos de perdigones en la región amazónica de Ecuador.
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Así lo confirmó este 26 de diciembre de 2019 Diego Medina, director del Hospital Veterinario Planeta Vida, de Latacunga, hasta donde fue trasladada el ave herida.
Pobladores encontraron a la cóndor herida en la localidad de Archidona, en la provincia del Napo, y lo reportaron al Grupo Cóndor, que se contactó con el Ministerio de Ambiente, tras lo cual fue trasladada a la clínica en la provincia del Cotopaxi.
De cuerdo al veterinario, la cóndor llegó al hospital el 17 de diciembre y tras realizarle radiografías detectaron que los perdigones aparentemente estaban en el tórax, lo que los llevó a suspender el estudio hasta estabilizarla en una cama de oxígeno.
Una vez estabilizada la cóndor, una tomografía determinó la existencia de cinco perdigones en el cuerpo y problemas en pulmones que, inicialmente hicieron presumir una pulmonía, para determinar posteriormente que se trataba de una hemorragia.
Según Medina, el ave de entre 9 y 10 kilos, murió el 24 de diciembre por un daño pulmonar y septicemia, y con ella se perdió «toda una generación de cóndores».
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Detalló que los estudios post morten determinaron una destrucción del 90 por ciento del pulmón izquierdo y al menos del 25 al 30 por ciento del derecho.
Al tratarse de un atentado contra el ave por parte del ser humano, el cuerpo debe permanecer en cadena de custodia.
El estudio forense aún no termina y hasta el momento sólo se ha determinado la causa y manera de la muerte.
El siguiente procedimiento -largo y complicado- consiste en retirar todo el plumaje del animal para encontrar indicios de ingreso y salida de perdigones pues las lesiones orgánicas encontradas «no son coherentes con los resultados» de la imágenes, según el veterinario.
«Los dos perdigones que están en columna no pudieron haber causado tal daño en pulmones y en el resto de órganos internos. Considero que hubo algunos perdigones que ingresaron y salieron del organismo causando esos daños», especuló.
Una vez que termine ese estudio, retirarán los cinco perdigones que están en el organismo del ave para someterlos a análisis pues, al ser generalmente hechos de forma artesanal, podrían arrojar alguna información que permita dar con los responsables del ataque al animal.
Los perdigones ingresarán en cadena de custodia hasta que el juez competente lo determine, indicó el director del Hospital Veterinario Planeta Viva, una casa de salud que se hizo cargo de todos los gastos de atención a la cóndor.
Medina recordó que el censo de 2018 determinó la existencia de 150 cóndores, por lo que subrayó que la pérdida de este mes es «importante».
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Con información de EFE