Natalia Jiménez y Rodrigo Monsalve, bogotanos, llevaban viviendo juntos 15 años y se casaron hace una semana. Lamentablemente, sujetos desconocidos los interceptaron mientras se dirigían a celebrar su luna de miel en el departamento de Guajira, Colombia.
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El lunes 23 de septiembre fueron encontrados con la cabezas encapuchadas, las manos atadas y con tiros de gracia. Natalia trabajaba en un proyecto ecologista en la región, mientras que Rodrigo era estudiante de antropología y un reconocido DJ de la capital colombiana.
La muerte de los colombianos, enluto al país. Los usuarios a través de redes sociales no sólo se lamentan del funesto hecho que ocurre en época navideña, sino resaltan la inseguridad bajo la que viven los trabajadores sociales e investigadores ambientalistas en zonas de conflicto de Colombia.
Recompensa
El alcalde de Santa Marta, lugar donde ocurrió el asesinato, ofreció una recompensa de 50 millones de pesos (aproximadamente USD 15 000), por información que conduzca a los autores del siniestro.
Natalia se encontraba en comunicación telefónica con su padre, cuando fueron interceptados por los antisociales. «Mi hija hablaba normal conmigo a eso de la 5:30 p. m. cuando de repente gritó porque alguien le dijo que colgara el celular o la mataba», relató Jairo Jiménez, padre de la víctima.
Durante tres días no existieron noticias sobre el paradero de la pareja, hasta el 23 de diciembre. El comandante indicó que no se han encontrado ni la camioneta, ni las pertenencias de las víctimas.
Esto hace pensar a las autoridades competentes que el crimen fue perpetrado por grupos delincuenciales que operaban en la zona y señaló a la organización criminal de los “Panchecas”.
La Fundación Natura, donde trabaja Natalia, informó a través de un boletín que no ha recibido, ni la víctima ni la institución, una amenaza de cualquier tipo. Aunque, está no es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo.