El miércoles 6 de noviembre de 2019, una turba incendió la Alcaldía de la ciudad boliviana de Vinto, cuya alcaldesa, la oficialista Patricia Arce, fue arrastrada por la calle, donde la rociaron pintura y la cortaron el cabello, hasta que fue rescatada por la Policía del país, inmerso en protestas tras los comicios del 20 de octubre.
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Una muchedumbre asaltó el edificio municipal de Vinto, una ciudad de algo más de 60.000 habitantes, que fue incendiado antes de que sacaran a la fuerza a la alcaldesa, del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
La alcaldesa corría descalza por la calle entre empujones, hasta caer al suelo entre una multitud que gritaba «asesina», según mostraron las imágenes de medios bolivianos.
También rociaron una pintura rojiza sobre ella y el cortaron en cabello en plena calle.
«Y si quieren matarme, que me maten», exclamó la alcaldesa y aseguró estar dispuesta a dar su vida por el proceso de cambio, como el oficialismo denomina al movimiento que llevó al poder a Evo Morales en 2006.
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«No tengo miedo, estoy en un país libre», afirmó, luego fue rescatada por la Policía que la sacó en motocicleta.
Más de 15 días de protestas en Bolivia
Las protestas empezaron desde hace más de dos semanas después de que oposición y movimientos ciudadanos denunciaran fraude en el recuento de votos a favor de Evo Morales, al que el órgano electoral dio como vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
La oposición y los comités cívicos del país no reconocen la victoria, exigen la renuncia de Morales y reclaman nuevas elecciones.
Se han registrado tres fallecidos, 346 heridos y 220 detenidos. Once de las personas heridas son policías y ocho periodistas.