Varias universidades de Quito rechazaron este jueves las acusaciones del ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, quien insinuó que esos centros académicos abastecieron a grupos violentos durante las manifestaciones indígenas de principios de octubre.
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Las universidades Central, Salesiana, Católica, Andina «Simón Bolívar» y la Escuela Politécnica Nacional expresaron su malestar por las declaraciones del titular de la Defensa, quien les acusó de haber servido como centros logísticos para grupos vandálicos.
«Tuvimos también la participación de las universidades y de centros que funcionaron, como les han denominado ‘centros de paz’, pero en definitiva eran centros logísticos de abastecimiento para los manifestantes y los grupos que actuaban vandálicamente en el resto de la ciudad», expresó Jarrín durante una comparecencia ante la Asamblea Nacional la noche del miércoles.
Las universidades, en un comunicado conjunto difundido hoy en redes sociales, ratificaron «su rol de centros de paz y acogida humanitaria durante los días del paro nacional«, que se desarrolló entre el 3 y el 13 de octubre y que se concentró en el centro de Quito.
Recordaron que «cientos de voluntarios«, sobre todo estudiantes, participaron en labores de asistencia humanitaria en favor de miles de indígenas que llegaron a Quito para protestar contra un decreto del Gobierno que eliminaba los subsidios a las gasolinas.
Los patios de esas universidades sirvieron de albergue, comedor y dormitorio para los campesinos y sus familias, incluidos niños, que llegaron desde varias regiones del país y que volvieron a sus tierras tras el fin de las protestas, cuando el Gobierno derogó el decreto que elevaba el precio de los combustibles.
Para atender a los indígenas, añadieron los rectores universitarios, «un gran número de ciudadanos contribuyó con donaciones», como alimentos, vituallas y ciertas medicinas.
«La acción de la academia se orientó a resguardar la integridad y condiciones de dignidad elementales de familias indígenas, incluidos mujeres, niños y adultos mayores», remarcaron las autoridades educativas.
«Por esto, rechazamos las desafortunadas declaraciones del ministro de Defensa», agregaron en el comunicado suscrito por los rectores de la Pontificia Universidad Católica, Fernando Ponce; de la Politécnica Salesiana, Javier Herrán; y de la Central, Fernando Sampértegui.
También por César Montaño, rector de la Universidad Andina «Simón Bolívar» con sede en Quito, y Florinella Muñoz, de la Escuela Politécnica Nacional.
Las manifestaciones, en las que según el ministro de Defensa se registraron niveles de violencia «que el país nunca había pasado o estimado», concluyeron con un saldo de ocho personas muertas, 1.300 heridas y un millar de detenidos, de acuerdo a cifras de la Defensoría del Pueblo.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que junto con otras organizaciones convocó a las protestas, ha acusado a Jarrín y a la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, de haber desatado una voraz represión durante las manifestaciones, por lo que demandan que sean separados del Gobierno.
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