El miércoles 23 de octubre, el presidente del Frente Unitario de Trabajadores, Mesías Tatamuez, anunció que la movilización destinada para el 30 de octubre queda suspendida. La autoridad recalcó que la decisión llega después del pedido por parte de las Naciones Unidas, la Iglesia, Alcalde y, sobretodo, del pueblo ecuatoriano.
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“El Gobierno debe entender que la suspensión no significa que los trabajadores nos vamos arrodillar frente al poder”, señaló Tatamuez.
El anunció llega después de la reunión mantenida con el alcalde Jorge Yunda, la tarde del martes 22 de octubre. En esta ocasión, indicaron, que el gremio de trabajadores están dispuestos al diálogo y a la paz.
Incluso aseguró que no han estado cerrados al diálogo pero, sienten que de parte del Gobierno ha habido ciertas barreras.
La paralización tenía el objetivo de reclamar las reformas laborales que afectaban a personal del sector público. Además, de hacer hincapié en las medidas que se tomarán en el nuevo decreto. Ahí se tratará de destinar los subsidios a los sectores más necesitados.
“La norma laboral debe ser discutida con todos. No debe ser una ley para las cámaras de empresarios o para el Gobierno de turno, tiene que ser para el desarrollo del país”, dijo Tatamuez en rueda de prensa, en alusión a la reforma laboral anunciada el pasado 1 de octubre.
Las declaraciones llegaron previo a la negativa de realizar la movilización.
Juan Sebastián Roldán, secretario de la Presidencia, remarcó que las llamadas «mesas técnicas» de diálogo, que se instalaron el pasado domingo 12 de octubre con el movimiento indígena, se mantendrán bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador.
