El tifón Hagibis arrasó, el sábado y domingo pasado, gran parte del país oriental. Autoridades niponas continúan este martes con la búsqueda de al menos 15 personas desaparecidas, mientras que las víctimas mortales ascienden, hasta el momento, a 68.
PUBLICIDAD
Las inundaciones provocadas por el fenómeno natural ha dificultado que las tareas de rescate se realicen, al igual que impiden que las autoridades puedan hacer un balance total de los daños materiales y humanos. Las lluvias dificultan que tras 48 horas se pueda hacer un diagnóstico de los daños.
Fukushima y Nagato fueron las poblaciones más afectadas por las inundaciones y desbordamientos de ríos el domingo y entre ambas suman un total de 3400 personas evacuadas de sus hogares y que continuan en refugios temporales.
“Aún quedan muchas personas desaparecidas”, declaró el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una reunión de emergencia. “Los equipos hacen cuanto pueden para buscarlas e intentar salvarlas, y trabajan día y noche”, agregó.
En las prefecturas de Nagato, Fukushima y Miyahi se dieron el desbordamientos de 47 ríos. La catástrofe desencadenó cerca de 150 desplazamientos de tierra en distintos puntos de la nación nipona. Puentes, carreteras, tendido eléctrico y la red de abastecimiento de agua se vieron destruidas.
Unas 133.000 viviendas continuaban sin agua este martes, según datos del Ministerio de Sanidad, mientras que otras 35.000 seguían sin luz. Por su parte, la mayor parte de las conexiones ferroviarias del país volvieron a funcionar con normalidad.
El Gobierno empleará fondos estatales reservados para desastres naturales para reconstruir las zonas afectadas y ofrecer asistencia a las víctimas.