Se repetía una y otra vez, «¿cómo pude haber fallado?», recuerda la madre de una de las jóvenes que se suicidó tras reprobar un examen escolar. «La consolamos y le dijimos que estaba bien y que podía solicitar una reevaluación o volver a realizar los exámenes».
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El 18 de abril, Vennela, se enteró de que había reprobado sus exámenes del último año escolar y ahí consumió veneno. Murió horas más tarde en el hospital.
Vennela fue una de los más de 320 000 estudiantes en Telangana que reprobaron sus exámenes del fin del ciclo escolar. Todos ellos iban a escuelas que enseñan un programa de estudios establecido por la Junta Estatal de educación.
La educación en la India es ferozmente competitiva y los exámenes del último año escolar son cruciales para conseguir un lugar en una buena universidad, lo que, a su vez, es considerado vital para luego obtener un trabajo bien remunerado y asegurarse un futuro prometedor.
En los días posteriores al anuncio de los resultados de los exámenes, estudiantes y padres sorprendidos salieron a protestar, alegando que había errores en la calificación y exigieron que las pruebas sean reevaluadas.
«Él venía estudiando para otras pruebas difíciles. Pero después de esos resultados se siente abatido. Ha dejado de estudiar y de comer, y se niega a salir de la casa. Me preocupa su salud mental», agregó el padre de uno de los estudiantes.
La Junta Estatal de educación dijo que los suicidios no estaban conectados con equivocaciones causadas por errores técnicos y de procesamiento de resultados. Globarena Technology ganó en 2017 el contrato del gobierno para organizar el examen en todo el estado, donde hay más de 970 000 estudiantes.
Al parecer hubo un error en la actualización de las puntuaciones. Funcionarios de la Junta dijeron que Globarena no participó en el proceso de reevaluación. Este último proceso no incluyó las calificaciones de ninguno de los 23 estudiantes que se suicidaron.