El nuevo arzobispo de Quito y primado de Ecuador, monseñor Alfredo Espinosa, ratificó este lunes la política de «cero tolerancia» con temas de abusos sexuales en la Iglesia y recalcó su defensa a la vida y a la familia compuesta por hombre y mujer.
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En una rueda de prensa, Espinosa subrayó que en las altas funciones que asumirá el próximo jueves llevará adelante una postura de «cero tolerancia» en temas relacionados con abusos sexuales.
Además, indicó que, una vez en el cargo, se informará si se ha reemplazado ya los sacerdotes de dos parroquias denunciados por esos hechos.
«Es un dolor muy grande para la Iglesia (…) aunque haya solo un caso, es un dolor muy grande», dijo el sacerdote quien adelantó que conocerá el informe de su antecesor, Fausto Trávez, sobre los hechos y trabajará en ellos.
Consultado sobre casos de abusos, Trávez dijo que «ciudadanos ecuatorianos, aunque sean sacerdotes, son responsables de sus actos. Hay leyes, hay abogados y tendrán que responder cada uno de ellos».
«Hay ya suspendidos, muchos que han sido sancionados y no tenemos por qué estar publicando todo, todo, todo, sino simplemente hacer lo que el Papa nos dice: cero tolerancia, y eso se ha hecho», subrayó Trávez en la rueda de prensa sin más explicaciones.
Casos que han llegado a la justicia
De su lado, Pablo Díaz, procurador judicial del arzobispo saliente de Quito, dijo a Efe que hay en Quito dos casos de presuntos abusos que han llegado a la justicia, uno en el sur de la ciudad y otro en el norte.
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«Cero tolerancia implica no defender ni atacar a los miembros del clero que están siendo investigados sino más bien colaborar con la justicia ordinaria para que se esclarezca el caso, y ellos tienen defensas particulares, no patrocinadas por nosotros», comentó.
En una referencia general a la Iglesia, Espinosa puntualizó que no niegan que «hay una realidad dura» pero aclaró que la están enfrentando pues «este es un tiempo de purificación también de la Iglesia» del que, en su opinión, la institución «saldrá fortalecida».
Al referirse al debate actual en la Asamblea Nacional en torno al aborto en casos de violación en Ecuador, Espinosa se declaró «defensor de la vida» pues «un trauma como lo es una violación a una mujer no se soluciona con otro trauma más grande, que es el aborto».
«No es una solución matar a un inocente», dijo antes de señalar que puede haber «muchas otras vías de solución», entre las que mencionó la adopción pues «hay muchos matrimonios que desean ser padres y no pueden serlo».
Mencionó el desarrollo de un programa en los que han logrado evitar unos 170 abortos de mujeres que inicialmente iban a dar sus hijos en adopción, pero finalmente «decidieron ser madres, se quedaron con los niños».
Familia integrada por «hombre y mujer»
Sobre el tema de familia, el designado a principios de abril por el papa Francisco como arzobispo de la Arquidiócesis de Quito, dijo que la «verdadera familia» está integrada por «hombre y mujer».
«No cerramos puertas a un diálogo nunca. No cerramos puertas a la persona. La persona en sí siempre tiene su valor, su dignidad, pero en el caso de la familia, sí defendemos hombre-mujer (…) porque uno de los sentidos de la familia son los hijos», explicó.
Espinosa, que se reunió con el jefe de Estado, Lenín Moreno, aseguró que su función ante las autoridades será siempre de «tender puentes y no levantar muros», por lo que apostó por el diálogo en bien de la sociedad.
Aclaró que no hará una política partidista sino que, desde su posición como primado de Ecuador, buscará «el bien común».