El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pasó de un pequeño cuarto en la embajada ecuatoriana en el centro de Londres a una celda en la prisión Belmarsh. El australiano podrá recibir atención médica ya que se conoció que tiene dolor extremo en los hombros y dientes.
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A pesar de que el periodista se encuentra en la cárcel, gozará de ciertas ventajas que no tenía cuando estaba refugiado ocultándose de la ley.
El editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, dijo el viernes que el convaleciente Assange finalmente podrá recibir atención médica y reunirse con sus abogados más fácilmente que cuando estaba en la embajada, en donde debido a un pleito con las autoridades ecuatorianas le prohibieron casi todas las visitas.
Assange, de 47 años, tiene un dolor extremo en los hombros y dolor de dientes, dijo Hrafnsson.
Durante casi siete años, Assange vivió en la embajada sin salir por temor a ser arrestado y enviado a Estados Unidos a ser enjuiciado.
Assange está buena salud mental
En prisión, en donde está detenido mientras se resuelve el proceso de extradición, “hay instalaciones médicas, me imagino que acceso a cuidado dental y un jardín al cual salir”, dijo Hrafnsson.
“Pero comparar una prisión con otra y calificarlas con estrellas no está realmente en mi mente”, dijo. “Lo que tengo en mente aquí es a un hombre inocente que está en prisión por hacer su trabajo como periodista, y eso es indignante”.
Agregó además que Assange está en bastante buena salud mental considerando el estrés de días recientes.
El intento de Assange de evitar la extradición podría demorar años. También podría enfrentarse a una segunda petición de extradición si Suecia decide continuar con un caso de violación en su contra que se suspendió en 2017, cuando estaba en la embajada, alejado del alcance de la ley.
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De ser declarado culpable por los cargos en Estados Unidos, Assange podría ser sentenciado a hasta cinco años en prisión.
Te dejamos en video el momento de la detención de Assange en la embajada de Ecuador: